El trastorno bipolar es una alteración mental que provoca cambios de humor extremos, incluido altibajos emocionales. En los pacientes que lo padecen son comunes los pensamientos y los comportamientos suicidas, por lo que es importante buscar atención médica de inmediato.
Las personas con este trastorno pueden dar la apariencia de ser alegres o nerviosas, así como mostrar exagerada confianza en sí mismas y bienestar.
Durante los eventos maníacos, generalmente toman malas decisiones y adoptan comportamientos peligrosos, incluido consumo excesivo de alcohol y de drogas ilegales que termina llevándolos a la adicción.
Marin Veldic, psiquiatra de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, explicó que existen dos tipos del trastorno bipolar el 1 y el 2, cuya diferencia principal es la naturaleza de las euforias, conocidas como “eventos maníacos”.
En el trastorno bipolar 1, estos episodios son más extensos que en el otro. Ambos tipos se diagnostican según los síntomas y, aunque los medicamentos y las terapias para tratarlos son similares, se tienen que elaborar planes de tratamiento específicos, además adaptados a las necesidades personales.
La euforia, en el trastorno bipolar 1 se conoce como “manía”; mientras que en el trastorno bipolar 2, se denomina “hipomanía”. En cualquiera de los casos estos eventos pueden incluir más actividad, energía o agitación; también se caracterizan por menos necesidad de dormir, locuacidad inusual, pensamiento acelerado y mucha facilidad de distracción.
Los síntomas son más severos en el trastorno bipolar 1, ya que la persona puede pasar días sin dormir, mientras atraviesa por un evento maniaco, y en el otro, sólo duerme menos de lo habitual durante su hipomanía.
El especialista comentó que, en el primero, los síntomas suelen perturbar la vida cotidiana y las actividades sociales, además de causar problemas en las relaciones interpersonales. Igual puede provocar una desconexión con la realidad, afección conocida como psicosis.
Los síntomas de la psicosis pueden incluir fantasías, alucinaciones y desorganización en el pensamiento o en el razonamiento. En algunos casos puede requerir el ingreso del paciente al hospital.
Ambos trastornos de bipolaridad pueden tener un tratamiento eficaz recomendado por médicos, cuyo pilar es una combinación de medicamentos y terapia.