Hasta el 80% de las personas con pie diabético terminan con amputación que trae consigo complicaciones al núcleo familiar; los cuales tienen que enfrentarse a un golpe económico a causa de los tratamientos y la depresión del paciente quienes en ocasiones experimentan la necesidad de morir.
Este padecimiento es el resultado del efecto combinado de la angiopatía, la neuropatía y el mayor riesgo de infecciones, junto con el efecto de las presiones intrínsecas y extrínsecas secundarias a malformaciones óseas en los pies.
El presidente del Consejo de Médicos Especialistas en Podología, Irving Rico Rastrejo, manifestó que es altísima para México; prácticamente el 80% de los pacientes que lo padecen van a tener una patología del pie, de este porcentaje el 30% termina con una amputación menor y el 50% mayor.
Explicó que prácticamente la mitad pueden requerir una amputación malamente aplicada que significa por arriba de la rodilla y eso condena que la mitad de esa persona a 5 años de sufrimiento debido a que fallecen por complicaciones metabólicas así como depresión severa.
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Agregó que una amputación de alguna extremidad, trae consigo aspectos desastrosos para su economía sin dejar a un lado aquellas emocionales que podrían prevenirse con un adecuado tratamiento de manos de especialistas del ramo de la podología.
"Definitivamente la medicina a través de la cirugía mínima invasión puede evitar que se hagan amputaciones y a través de la cirugía reconstrucción ayudar en la articulación ósea sin olvidar la revascularización arterial para poder generar flujos arteriales adecuados y pueda mantenerse un estado favorable del paciente"
Pacientes con diabetes 1 y 2
El especialista de la salud, comentó que el pie diabético es una complicación que se presenta en pacientes con diabetes mellitus, tanto en el tipo 1 como en el tipo 2, que no han llevado un buen control de las cifras de glucosa.
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Las personas con problemas de la glocosa tienen 50 veces más riesgo de desarrollar úlceras en los pies, que al complicarse llegan a causar morbilidad, mortalidad e incapacidad esto último debido a someterse al paciente a una amputación.
Destacó que entre los factores de riesgo asociados con el pie diabético son: historia de úlceras previas, presencia de neuropatía, deformidades en los pies y enfermedad vascular, aumento de la viscosidad sanguínea, tabaquismo, mala higiene de los pies, edad avanzada, movilidad disminuida, más de 10 años de evolución de la enfermedad.
Mientras que los síntomas de esta afectación son: úlceras en los pies, pie artropático (artropatía de Charcot), necrosis digital, celulitis y linfangitis, infección necrotizante de tejidos blandos y osteomielitis.
"Puede ser que sea doloroso o no, dependiendo del grado de afección y de las complicaciones neuropáticas que el paciente tenga. Incluso puede llegar a presentar ataque al estado general, fiebre, taquicardia o estado de choque".
Puntualizó que el diagnóstico puede hacerse clínico, en donde se explora la sensibilidad a la temperatura y al dolor (alodinia e hiperalgesia), y la función motora. Se observa la piel en busca de úlceras o datos sugerentes de alteraciones neuropáticas y vasculares, como piel delgada, sin vello, uñas delgadas y frágiles, propensión a hematomas, temperatura de la piel.
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Recomendaciones:
- Llevar un control de glucosa adecuado.
- Explorar los pies periódicamente para detectar la presencia de lesiones.
- Lavar a diario los pies con agua y jabón y secarlos perfectamente.
- Hidratar los pies con una crema después del baño.
- Evitar usar agua muy caliente al ducharse.
- No utilizar agua o almohadillas calientes para calentar los pies.
- Utilizar un zapato cómodo, suave, ancho y con calcetines de algodón.
- Evitar caminar descalzo.
- Cortar y limar las uñas de forma cuadrada, evitando los bordes puntiagudos.
Además de realizar actividad física con zapato adecuado para hacerlo; acudir a revisiones periódicas por un profesional de la salud; dejar de fumar; si se tienen heridas, cubrirlas con gasas estériles y acudir con el médico para que indique manejo de las mismas.