Con más de 44 mil 440 niños que padecen de obesidad, Tamaulipas se ubica en tercer lugar nacional; expertos consideran que el problema va más allá de culpar al sedentarismo o a la apatía de las nuevas generaciones.
De acuerdo con una iniciativa presentada en el Congreso de Tamaulipas por la diputada de Morena, Casandra Priscilla de los Santos, en el 2021 la entidad se ubicó en el lugar sexto a nivel nacional, aunque para 2022 el problema escaló tres lugares.
“De continuar con esa tendencia Tamaulipas estaría compitiendo con Nuevo León, entidad que actualmente ocupa el primer lugar no solo en México, sino a nivel mundial”, dijo la legisladora.
No todo se resuelve con dieta y más ejercicio
El nutriólogo Édgar Sánchez destacó que la obesidad infantil no debe ser enfocada únicamente a una posible ignorancia, sino al entorno social.
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“Es importante hablar de obesidad infantil, en lo particular, lo importante es qué podemos hacer como sociedad, más allá de nutriólogos, para que los aspectos alimenticios de la población sean más adecuados”, planteó a EL SOL DE TAMPICO.
“Lo interesante realmente es revisar cuáles son las condiciones materiales para que existiera esa obesidad, es decir, ¿por qué el niño lleva de desayuno galletas y chocolate y no avena, fruta picada y huevito cocido con espinacas?”, agregó.
Destacó que el planteamiento de resolver la obesidad infantil con dieta y ejercicio no ha sido lo suficientemente positivo porque no se atienden los factores sociales.
“Ningún niño debe tomar clases con el estómago vacío, hay niños de secundaria comiendo sopas instantáneas a las 7 de la mañana y ese es su desayuno, no es por tema de desconocimiento, es quizá porque los dos papás trabajan desde temprano y el niño debe atenderse a sí mismo”, declaró.
Señaló que se requieren políticas públicas que atiendan el problema real, que puedan incluir jornadas laborales más flexibles para que alguien pueda cocinar en casa y no alimentarse por la rapidez con alimentos ultraprocesados.
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“Tenemos que hablar en serio de nutrición y no sólo de lo estético por llamarlo de una forma, pero eso no hace un cambio, hay gente que no tiene dinero para pagar una consulta con especialistas”, declaró.
Hay que atender a los papás antes que a los niños
El experto señaló que para atender de forma integral el problema de obesidad en niños primero se debe revisar el entorno con los papás, puesto que en muchas ocasiones la crítica y el condicionamiento vienen desde el seno familiar.
“¿Cuáles son las ideas que a lo mejor a nuestro niño le metimos a la cabeza? ¿Y si le dicen que si se saca un 10 me lo llevo a comer hamburguesas?, ya le estoy generando una asociación negativa”.
Puntualizó que si los papás utilizan la comida como recompensa los menores pueden sentir culpa.
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“Le estamos dando un valor moral a los alimentos y el valor moral no funciona con los alimentos. La restricción no funciona”, indicó.
Propuso que los niños se involucren en lo que van a comer, que descubran y que aprendan, dentro de sus capacidades en la preparación, para que esto no se limite a un trámite o a recibir un premio.
“Tenemos que hacer una invitación a ampliar las posibilidades de alimentos que tiene el paciente: preparaciones, texturas, colores, olores, sabores para el niño, obviamente debe incluirse a la familia”, indicó.
No todos los niños "gorditos" están enfermos
El nutriólogo informó que si bien existe una relación entre la obesidad y algunos padecimientos, no implica que todos los niños “gorditos” estén enfermos o en un riesgo de salud, no obstante, tienden a ser víctimas de burlas.
“Hay que recordar que existe diversidad de cuerpos, diversidad de tallas, no hay una única morfología saludable. Puedes tener niños gorditos y pues es que a lo mejor así es su tendencia o puedes tener ya niños con resistencia de insulina, pero no es que esté asociado a que simplemente tenga obesidad”, indicó.
“Encontramos pacientes delgados que también tienen enfermedades metabólicas, desde niños hasta adultos, y en la cuestión social hay una presión, hay un tema de bullying”, puntualizó.