¿Sabías qué? En está temporada de altas temperaturas se incrementa el riesgo de presentarse casos de deshidratación secundaria a diarreas infecciosas; padecimiento que afecta a pacientes de todas las edades y ha obligado a las corporaciones de emergencia a redoblar esfuerzos para evitar fatales desenlaces.

El jefe de socorros de la Cruz Roja Mexicana en Tamaulipas, Antonio González, explicó que estás suelen ser un síntoma de infección en el tracto digestivo, que puede estar ocasionada por muy diversos organismos bacterianos, víricos y parásitos.

Comentó que puede llegar a transmitirse por alimentos o agua para beber contaminados, o bien de una persona a otra como resultado de una higiene deficiente, la cual se puede no tener cuando existe una escasez de agua como la que enfrenta la entidad derivado de la sequía y las altas temperaturas.

El especialista dio a conocer que en las delegaciones de la benemérita institución se han registrado al mes 30 atenciones por cuadros de deshidratación secundaria a diarreas infecciosas, en pacientes de todas las edades.

Estrategias conjuntas

Agregó que la segunda ola de calor ha puesto en aprietos a los servicios de salud pública, es por ello la implementación de estrategias conjuntas para atender de forma inmediata a aquellos pacientes que enfrentan complicaciones.

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“Reiteramos a evitar la exposición prolongada a los rayos del sol de 11:00 a 16:00 horas y sobre todo a las personas hipertensas y con diagnóstico de diabetes ya que debido a su condición son propensos a presentar complicaciones en la salud en esta ola de calor”, dijo.

Comentó que “en la Cruz Roja Mexicana en Tamaulipas se ha registrado la atención de cuadros de deshidratación secundaria a diarreas infecciosas, de estas se atienden de 2 a 3 casos diarios en las delegaciones del estado”.

Conducción común y potencialmente grave

Recordó que está es una condición común y potencialmente grave, especialmente en niños pequeños y en poblaciones vulnerables. La diarrea infecciosa puede ser causada por diversos patógenos, incluyendo bacterias (escherichia coli, salmonella, shigella y campylobacter), virus (rotavirus, norovirus y adenovirus) y parásitos (giardia lamblia y entamoeba histolytica).

Antonio González, hizo mención que está enfermedad provoca la pérdida excesiva de agua y electrolitos como el sodio, potasio, cloro, bicarbonato, esto a través de las heces, lo que trae consigo un desequilibrio en los líquidos corporales y puede causar deshidratación. Su gravedad depende de la frecuencia, volumen y duración de las deposiciones.

Síntomas

Los síntomas pueden variar en intensidad según la gravedad, estos incluyen:

Sed aumentada, boca seca, disminución de la producción de orina que puede ser más oscura, fatiga, irritabilidad y piel ligeramente seca. En casos graves aparecen los ojos hundidos, pulso rápido y débil, presión arterial baja, letargo o inconsciencia.

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Destacó que que su diagnóstico se basa en la historia clínica, examen físico y, en algunos casos, pruebas de laboratorio, las cuales pueden incluir:

Los hematocrito y hemoglobina; los electrolitos séricos en donde se evalúa el equilibrio de sodio, potasio y bicarbonato; la osmolaridad sérica así como el análisis de heces con el fin de identificar el patógeno causante.

Recomiendan hidratarse

Manifestó que el tratamiento principal para hacerle frente a este padecimiento, el cual suele afectar a todos por igual, es la rehidratación y la corrección de los desequilibrios electrolíticos.

“Siempre recomendamos a la población el tomar abundante agua natural, haciendo también fortalecimiento con sueros, usar ropa clara y fresca, pero sobre todo es importante, no automedicarse”, señaló.

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Puntualizó qué lo más preferible para contrarrestar la deshidratación secundaria a diarreas infecciosas que aumenta con la altas temperaturas, es llevar una adecuada higiene y saneamiento; el lavado de manos, la vacunación contra patógenos sin olvidar la educación sanitaria.