El hierro es fundamental para el neurodesarrollo de los bebés y niños en los primeros tres años de vida, pues la deficiencia de este mineral puede causar anemia y daño cognitivo.
Este elemento ayuda a transportar oxígeno a todas las células del organismo, además de que es clave para el adecuado funcionamiento de las células cerebrales, por lo que los padres de familia pueden prevenir esta situación, cuidando que la dieta de sus hijos contenga suficientes minerales y vitaminas.
En México, existe un bajo consumo de vitaminas y minerales, especialmente de hierro, zinc, vitamina A, así como de otros elementos esenciales para un buen desarrollo cerebral.
Se estima que sólo 20 por ciento de los infantes consume verduras diario, la mitad come frutas diariamente, 18 por ciento come carne rica en hierro y 4 por ciento consume cereales infantiles fortificados con éste y otros minerales.
La compañía Nestlé, indicó que, productos fortificados como el cereal infantil, cubren hasta 50 por ciento de las necesidades diarias de hierro en los bebés y pueden combinarse con frutas, vegetales o carne. También pueden mezclarse con la leche recomendada por el profesional de la salud, para brindar una alimentación completa.
Mediante el programa educativo Comienzo Sano, Vida Sana, dicha empresa busca ser un acompañamiento para los padres de familia, al brindar información sobre nutrición basada en ciencia y los invita a registrarse en este plan.