La crisis hídrica en la zona sur es una realidad que se agudizará en los próximos años si no se establecen medidas urgentes para atender la situación, generando como consecuencia afectaciones en la salud mental en la población mayor de 35 años.
El ex secretario y miembro fundador de la Asociación Mexicana de Psiquiatría, Víctor Octavio López Amaro, mencionó que en las últimas semanas se ha intensificado la búsqueda urgente del vital líquido, creando episodios de ansiedad y estrés agudo ante la necesidad de buscar el recurso para sus hogares.
“Es una reacción al estrés agudo, con la situación que sale del contexto del enfrentamiento entre la ciudadanía. Todas las personas tenemos un límite de tolerancia; cuando concluye este límite, ya la población puede presentar conductas inadecuadas”, explicó el especialista.
Ante esta situación, existen tres tipos de conductas entre las que se destacan: el ataque, disertación o el desmayo, y la huida. Ante esto, notaremos actos de violencia, algún tipo de agresión, y en otros casos, quedan paralizados sin saber qué hacer o salen corriendo a buscar el agua”.
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Factores contribuyentes al estrés
El estrés agudo derivado del déficit hídrico puede ser atribuido a varios factores. En primer lugar, la preocupación constante por la disponibilidad de agua genera una carga emocional considerable. Las personas se ven obligadas a modificar sus rutinas diarias, racionar el consumo y, en muchos casos, enfrentarse a la incertidumbre sobre el abastecimiento futuro. Además, la falta de agua puede llevar a problemas de higiene y salud, incrementando la ansiedad y el estrés en la población.
Adultos, los más propensos a estas enfermedades mentales
La relación entre la escasez de agua y la salud mental es clara. La ansiedad y el estrés crónico pueden desencadenar una serie de problemas psicológicos, como depresión y trastornos de ansiedad. Los adultos, especialmente aquellos con responsabilidades familiares o laborales, se ven particularmente afectados.
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En cuanto al déficit hídrico, este se produce cuando la demanda de agua potable es mayor a la cantidad que tiene la fuente o que puede producir. Se refiere a una situación de desbalance en la que la demanda por agua es mayor a la oferta.
¿Cuáles son los síntomas del estrés agudo?
El estrés agudo puede manifestarse en síntomas físicos como dolores de cabeza, fatiga y trastornos del sueño, complicando aún más la situación.
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Ante esta situación, el especialista recomienda tomar las debidas precauciones a fin de que la ansiedad y el estrés agudo no provoquen complicaciones en la vida cotidiana, acudiendo con un especialista para abordar el trastorno generado por la crisis hídrica.