Casi nadie habla acerca de ellos, pero los índices de estrés térmico son cruciales para entender por qué las olas de calor pueden resultar peligrosas para la salud.
Aunque a menudo se consideran como iguales, el calor y la temperatura no son lo mismo. Un grupo de expertos explica cuál es su diferencia entre cada uno de ellos y su potencial riesgo.
Almudena del Cabo expone para la BBC el estudio científico publicado en la revista de medicina “Npj”, titulado “Importancia de la humedad en las olas de calor” realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM, por sus siglas en inglés).
¿Qué son las olas de calor?
Los autores del estudio Cvijanovic, Mistry, Begg, Gasparrini y Rodó, definen las olas de calor como una mezcla de dos factores: altas temperaturas e índices de estrés térmico.
Los índices de estrés térmico incluyen diferentes elementos ambientales, a saber, la humedad, la velocidad del viento, las ráfagas y la exposición al sol (radiación).
Los especialistas indican que no es lo mismo temperatura que calor. Se pueden tener altas temperaturas, pero si los índices de estrés térmicos son estables, las olas de calor son menores.
Por el contrario, si a una temperatura elevada se le añaden índices de estrés térmicos al alza, las condiciones meteorológicas se vuelven más adversas.
¿Cuál es el peligro de las olas de calor?
Las olas de calor afectan la capacidad del cuerpo de adaptarse a su entorno. Por ejemplo, una temperatura elevada, combinada con un nivel de humedad mayor al 50 %, dificulta la capacidad de transpiración.
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Acorde a Infosalud, las consecuencias de una mala termorregulación corporal incluyen:
- Mareo
- Debilidad muscular
- Agotamiento físico
- Hipertermia e incluso la muerte
El estudio de ISGlobal y LSHTM retoman dos episodios de calor en Europa en el 2019 y en Estados Unidos y en Canadá en el 2021.
En el 2019, durante los meses de junio y julio, el centro y el noroeste de España experimentaron las temperaturas más altas de la temporada en Europa. Sin embargo, en Francia, Bélgica y los Países Bajos se presentaron los valores de estrés térmico más severos. En estos países se registraron 2 mil 500 muertes a causa de la ola de calor.
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En el 2021, el estado de Washington reportó las temperaturas más elevadas en Estados Unidos y Canadá. No obstante, la Columbia Británica sufrió de índices de estrés térmico radicales. En dicha provincia se documentaron 600 muertes debido al calor.
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Los científicos del Instituto de Salud Global de Barcelona y de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres insisten en que las alertas meteorológicas de todo el mundo deberían reportar tanto el pronóstico de temperatura, como los índices de estrés térmico. Solo así se podrán tomar las medidas pertinentes para disminuir el peligro de las olas de calor.
