La contaminación auditiva es un problema ambiental que afecta principalmente a las familias de las áreas urbanas, pero también puede encontrarse en entornos rurales. Suelen ser causadas por actividades humanas como el tráfico vehicular, la industria, la construcción, la música alta y eventos públicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como ruido cualquier sonido superior a 65 decibelios (dB), por lo que se convierte en dañino si supera los 75 dB y doloroso a partir de los 120 db.
A diferencia de otros contaminantes, este presenta algunas características distintivas, ya que es barato de producir y únicamente requiere de poca energía para ser emitido.
¿Qué daños puede generar la contaminación auditiva?
Raymundo Gómez Arteaga, médico general dio a conocer que la exposición a altos niveles de ruido puede producir severos daños en la salud, con afectaciones irreversibles, que pueden ir desde una pérdida de audición hasta trastornos de sueño e incluso alteraciones en los sistemas cardiovascular, nervioso y metabólico de los individuos.
➡️ También lee: Reglas sanitarias para centros de cirugía estética: estándares exigidos por la Coepris
Puede propiciar desde tensión muscular, incremento en la presión arterial, fallas cardiacas, cambios hormonales, trastornos digestivos, problemas en el embarazo, hasta deficiencias cognitivas en el aprendizaje.
“El excesivo ruido ambiental, puede provocar que niños y niñas de educación básica enfrenten problemas de lectura, sin olvidar que se disparan las afectaciones en su comprensión y la retención o memoria", dijo.
El ruido puede provocar episodios de estrés, fatiga, depresión, ansiedad o histeria tanto en seres humanos como en animales.
El especialistas de la salud explicó que las fuentes de contaminación auditiva son muchas y muy diversas, siendo una de las principales los vehículos automotores, los claxon, los aviones, el comercio móvil, sin olvidar las industrias, obras públicas, construcciones y las guerras de bocinas.
Toma estos consejos ante la contaminación auditiva
Raymundo Gómez Arteaga recomendó para contribuir a reducir la contaminación por ruido y no afectar la salud del individuo como terceros:
➡️ Te puede gustar: Reforzarán campañas de vacunación en Tamaulipas
- Controlar los niveles de volumen de los dispositivos utilizados en casa
- Al pasear por la calle, evitando hablar en voz alta o gritando
- No utilizar electrodomésticos como lavadoras o lavaplatos durante la noche
- Mejorar el aislamiento del hogar
- Usar tapones auditivos
- Educar a las mascotas para que no hagan ruido
- Mantener cerradas las ventanas, en particular en la noche
Concluyó que la contaminación auditiva es un problema ambiental que afecta más a las familias de las áreas urbanas aunque puede encontrarse en entornos rurales, situación que termina corto o largo plazo afectando la salud de las personas.