En un contexto en el que la salud intestinal está recibiendo creciente atención el doctor Ricardo Salas Flores, endocrinólogo pediatra y coordinador de posgrado en la Facultad de Medicina de Tampico, destaca cómo la dieta influye en la composición de la microbiota intestinal y, en consecuencia, en nuestra salud general.
El especialista médico menciona que “la microbiota intestinal es un ecosistema compuesto por bacterias, virus, hongos y otros microorganismos que habitan en el intestino, juega un papel crucial en la digestión, la absorción de nutrientes y el mantenimiento del sistema inmunológico”.
La composición de esta microbiota puede verse significativamente afectada por la dieta, lo que puede tener repercusiones en la salud a largo plazo.
Mencionó que contribuye además “a la producción de vitaminas esenciales como la B12, biotina y folatos, y regula el PH intestinal, lo cual es vital para mantener la salud del intestino”.
Ayuda al control de peso y tiene impacto en la salud mental
Salas Flores explicó que “recientemente se ha identificado que la microbiota también influye en el control del peso corporal a través de la regulación de neurotransmisores y el sistema hormonal. Además, se ha descubierto su impacto en la salud mental, influyendo en condiciones como la depresión y la ansiedad”.
El catedrático menciona que para tener una microbiota sana es necesario mantener una alimentación saludable lo que ayudará a hacer el recambio de bacterias del cuerpo para lograr un equilibrio en la misma.
“Uno de los principales factores para regular la microbiota es la alimentación. Consumir alimentos balanceados como frutas, verduras frescas, alimentos ricos en fibra y antioxidantes promueve una flora intestinal saludable”.
“La fibra soluble y su balance ayuda a mantener el intestino en movimiento y a la renovación de la microbiota intestinal”, recomendó el médico.
“El consumo adecuado de agua también mantiene la hidratación del intestino y facilita la eliminación de desechos”.
Alimentos como el yogurt natural, el kéfir y el chucrut, que contienen probióticos, aportan bacterias vivas que pueden mejorar la composición de la microbiota intestinal.
Estos microorganismos beneficiosos ayudan a mantener la flora intestinal equilibrada y a fortalecer en gran medida el sistema inmunológico.
¿Qué puede dañar nuestra microbiota?
Ricardo Salas comenta que como tal no hay alimentos que dañen nuestra microbiota mientas que se lleve una dieta equilibrada
Sin embargo sí hay otros factores que podrían contribuir a su modificación y que no son alimentarios.
“No hay alimentos inherentemente malos, pero una dieta desequilibrada puede afectar la microbiota. Factores como una nutrición inadecuada, el estrés, los ciclos del sueño interrumpidos, el ejercicio y el consumo de antibióticos en personas que se automedican pueden modificar la microbiota intestinal”.
¿Qué enfermedades pueden generarse por una microbita desequilibrada?
Un desequilibrio en la microbiota intestinal puede contribuir a los problemas de salud como el síndrome del intestino irritable, enfermedades inflamatorias intestinales, obesidad,y trastornos metabólicos.
Además, se ha demostrado que la alteración de la microbiota puede afectar la salud mental, influyendo en condiciones como la depresión y la ansiedad.
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Para optimizar la composición de la microbiota intestinal el doctor Salas Flores recomienda:
- Incorporar una amplia variedad de frutas y verduras frescas.
- Consumir alimentos ricos en fibra y probióticos.
- Incluir alimentos fermentados en la dieta.
La dieta desempeña un papel fundamental en la regulación de la microbiota intestinal y, por ende, en nuestra salud general. Mantener una alimentación equilibrada y variada es clave para apoyar un ecosistema intestinal saludable y prevenir diversas enfermedades.