Ella estrelló su auto para llamar la atención de su expareja. Él, aunque supo sobre el accidente, jamás la visitó en el hospital. Cuando ella busca apoyo psicológico, descubre que sufre de una adicción, es una de las “mujeres que aman demasiado”. Su afecto se convirtió en una obsesión. Su conducta es un peligro tanto para ella misma, como para los demás.
¿Quiénes son las mujeres que aman demasiado?
De acuerdo al libro “Las mujeres que aman demasiado” de la terapeuta estadounidense Robin Norwood, existe un fenómeno de adicción, principalmente en las mujeres, por mantener relaciones amorosas inestables y conflictivas.
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La obra, éxito de ventas a nivel mundial en 1995, define a las mujeres que aman demasiado como aquellas que padecen un sufrimiento excesivo a causa de su obsesión por un hombre.
Es fácil reconocer cuando alguien está obcecada por su pareja, la mayoría de sus pensamientos y de sus conversaciones giran en torno a ese tema. Son personas capaces de tolerar malos tratos con tal de no perder la unión sentimental.
Las mujeres que aman demasiado se caracterizan por creer que la culpa de la falta de amor y de atención en la relación es de ellas. Su lógica es la siguiente: “si ellas fueran más atractivas, más inteligentes o más cariñosas, él sería capaz de cambiar por ellas y quererlas más”.
¿Por qué alguien lucha por mantener una convivencia nociva?
Esa fue la pregunta que orilló a Robin Norwood, a entrevistar y analizar el comportamiento de sus pacientes, mujeres que decían sufrir tremendamente en sus noviazgos o matrimonios, pero quienes se oponían a romper el contacto con la otra parte.
La explicación más lógica para la autora es la obsesión, definida por la Real Academia de la Lengua (RAE) como una: “perturbación anímica producida por una idea fija, la cual condiciona una determinada actitud”.
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Quien se empeña en continuar en una dinámica de estrés físico y emocional, está poniendo en entredicho su propia integridad y compromete gravemente su autoestima. En palabras de la autora: “deja de funcionar como una persona, se vuelve una adicta”.
La raíz de todas las adicciones, tanto a sustancias químicas como a los hombres, es el miedo.
Las mujeres que aman demasiado tienen miedo al abandono, a la indiferencia y a nunca cumplir sus objetivos románticos, por lo tanto, se conforman con lo poco que su pareja les ofrece.
Las mujeres obcecadas por el amor piensan que si se esfuerzan en ser mejores, él las va a querer más y, cuando esto no ocurre, entran en un círculo vicioso. Intentan con actos cada vez más desesperados (e inclusive denigrantes) atraer la atención de la otra persona.
La explicación del problema
Amar demasiado es un conflicto emocional repleto de ideas, sentimientos y conductas nocivas, de alta tensión mental. Aunque cualquier persona puede padecer este fenómeno, es más usual en las mujeres.
El origen de la situación proviene de experiencias pasadas de amplio dolor o estrés, donde ellas han actuado como “salvadoras”. Esta clase de personas, creen que para ser “buenas” deben ser siempre amables, accesibles, comprensivas y cariñosas, sin importar si son o no son correspondidas.
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Los hombres, de acuerdo a Norwood, tienden a obsesionarse por el trabajo, los deportes y el poderío económico, mientras ellas suelen obcecarse por el amor.
Entonces, ahora que conoces quiénes son las mujeres que aman demasiado, en cuyas mentes el afecto se convierte en obsesión, es momento de preguntarse: ¿tú eres una de ellas? ¿Tu integridad física y mental corren peligro a causa del “amor”?