A través de los ojos observamos el mundo que nos rodea. Por desgracia, los órganos de la visión son propensos a sufrir de glaucoma y cataratas, dos enfermedades que afectan la vista.
En ocasiones, ambas afecciones coexisten, lo cual provoca confusión, llegando incluso a considerarlas como un mismo padecimiento. ¿Cuál es la diferencia entre cada una de ellas?
“Supongo que, cuando no se pueden decir las cosas, las miradas se cargan de palabras”. La frase de la novela “La pregunta de sus ojos” de Eduardo Sacheri, señala la importancia de la vista. Por medio de la mirada, se declara amor u odio. Por eso, cuando la calidad de la visión empieza a mermar, es necesario buscar atención médica inmediata.
¿Qué es el glaucoma? Definición y clasificación
De acuerdo al Instituto Nacional del Ojo (NEI, por sus siglas en inglés), el glaucoma es un conjunto de enfermedades que dañan el nervio óptico, ubicado en la parte posterior de los órganos de la vista. Sus causas son desconocidas por la comunidad científica, pero se tiene constancia de la influencia genética en el desarrollo de la afección.
El glaucoma no presenta síntomas evidentes durante sus inicios. Sin embargo, conforme avanza, la persona pierde su campo de visión periférico (lateral). En caso de no tratarse a tiempo, la enfermedad puede provocar ceguera.
Si bien el trastorno no tiene cura, los tratamientos a base de medicamentos, uso de láser o cirugía tienen un amplio margen de éxito. El glaucoma más popular es el glaucoma de ángulo abierto, pero también existen variables más extrañas como glaucoma de ángulo cerrado y glaucoma congénito.
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La población con mayor riesgo de desarrollar la afección son los adultos mayores y personas con un historial familiar de la enfermedad. Solo un profesional de la salud puede diagnosticar glaucoma después de celebrar un examen de dilatación de pupilas.
¿Qué son las cataratas? Definición y clasificación
Acorde a la información de Mayo Clínic, sufrir de cataratas significa que el cristalino, lente natural del ojo situado detrás del iris, se oscurece como consecuencia de la descomposición de las proteínas y fibras que lo conforman. Esto provoca una deformación de la luz.
Los síntomas aparecen de manera gradual y conllevan una disminución de leve a grave del campo de visión. Además, se desarrolla sensibilidad a la luz, decoloración de los colores percibidos e incluso se puede presentar el fenómeno de visión doble. Otra característica notoria es la presencia de halos cubriendo las luces.
Las cataratas son consecuencia de las lesiones en el tejido cristalino, lo cual le puede ocurrir a la población en general, con mayor porcentaje de riesgo en el sector de los adultos mayores, pacientes diagnosticados con obesidad, diabetes o presión arterial alta. También son propensos a sufrir la enfermedad quienes fuman o beban alcohol en exceso.
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Las personas con afecciones visuales previas tienen una probabilidad mayor de desarrollar cataratas, ya sean nucleares, corticales o subcapsulares posteriores. En algunos casos, las cataratas son congénitas y aparecen desde el nacimiento o los primeros años de la infancia.
¿Por qué se confunde el glaucoma con las cataratas?
La Asociación Mundial de Glaucoma establece que, a pesar de tratarse de dos enfermedades independientes, ambas pueden ocurrir al mismo tiempo. Incluso, las cataratas pueden aumentar las probabilidades de sufrir glaucoma, al provocar fisuras en el tejido del cristalino.
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En conclusión, ¿cuál es la diferencia entre glaucoma y cataratas? La primera puede provocar ceguera total, comenzando con la disminución de la línea visual lateral. La segunda provoca nubosidad en el campo de visión general; ambas afectan la vista, requieren de atención médica inmediata porque de no tratarse pueden mermar la calidad de vida de los pacientes.