Sin duda esta Semana Santa muchos disfrutarán de una mariscada, pescadito frito o ceviche, para lo que debes saber la manera de comprar pescado y marisco fresco.
Es importante conocer cómo detectar que un pescado está en buenas condiciones y evitar consumirlo en mal estado, para prevenir riesgos en la salud.
El secreto está en la piel y las agallas
Es importante observar la piel, el color debe ser vivo, tornasolado y sin presentar decoloraciones, es decir, no debe ser apagado y sin brillo. Además que al tacto debe sentirse firme y no aguado.
En los pescados se tiene que considerar que tanto los ojos como que la piel estén en buenas condiciones, y la escama no se desprenda fácilmente, así como tener un olor fresco y no desagradable, evitando de esta manera afectaciones en la salud.
En el caso de tener agallas, estas deben tener un color rojizo, lo que da la garantía que realmente es un producto de reciente extracción.
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“En la mayoría de los pescados, desde que son capturados, se les retiran las viseras. Esto lo hacemos con la finalidad de evitar que su descomposición sea más rápida, ya que, en ocasiones, a pesar de congelarlo, acelera el proceso creando un olor amoniacal" dijo el entrevistado.
Camarones y jaibas: hay que verificar la concha
En el caso de crustáceos como el camarón y la jaiba, es importante verificar que su concha no tenga algún color oscuro o verde, evitando de esta manera alguna intoxicación. En el caso del cangrejo y la langosta, estos se venden vivos, por lo cual su aspecto debe estar intacto y su olor tiene que ser agradable.
Si se compra un pescado congelado, este debe estar íntegro, tener un aspecto fresco y no contener escarcha en el envase; sin embargo, la mejor opción y la más saludable es comprar pescado fresco del día y consumirlo lo más pronto posible.
¿Qué pasa si como pescados y mariscos en mal estado?
Entre las recomendaciones que destacan los especialistas médicos está la verificación de los alimentos que se consuman en lugares establecidos para evitar complicaciones de salud que pueden presentarse por el consumo de pescados y mariscos en mal estado, afectando principalmente a niños, niñas y adultos mayores.
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El epidemiólogo de la Jurisdicción Sanitaria número dos, Genaro Rafael Rentería, explicó que entre los síntomas más frecuentes están el vómito, la fiebre alta, la diarrea, el dolor abdominal y, en algunos casos más severos, dificultades para respirar.
“El malestar puede presentarse después de media hora del consumo del producto, lo cual depende del grado de contaminación del pescado o marisco presente” dijo.
Así que si acostumbras en Semana Santa o Pascua reunirte con familiares y amigos para hacer una mariscada, ceviche, un robalo o jurel, toma en cuenta los costos, el sitio y dónde comprar el pescado y marisco más fresco.