¿La mayoría del tiempo te sientes cansado, padeces de inflamación, tu ánimo está decaído y tienes problemas para concentrarte? De ser así, tu salud mental está comprometida y, en parte, puede deberse a tu alimentación. Varios estudios relacionan el alto consumo de productos ultraprocesados con un evidente deterioro cognitivo.
La alimentación y la salud mental
Si eres asiduo a comer cereales, repostería industrial y los alimentos congelados forman parte de tu día a día, posiblemente tus índices de estrés y ansiedad estén al alza. Aunado a ello, estás incrementando tus posibilidades de desarrollar obesidad, diabetes e incluso cáncer.
No solo eso, quizás tu cerebro también está sufriendo, presentando dificultad para el aprendizaje, pérdida de memoria, además de una considerable disminución en la capacidad de razonar y resolver problemas. Todo lo cual puede desembocar en un cuadro de demencia.
¿A qué se debe dicho escenario adverso para la salud tanto física y mental? El artículo
“El efecto de los alimentos ultraprocesados en la salud mental”, escrito por Sally Wadyka para el New York Times, señala que parte de la responsabilidad de un mal estado orgánico son los alimentos ultraprocesados.
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¿Qué son los alimentos ultraprocesados?
En el 2009, la Universidad de São Paulo, Brasil, realizo una tabla de clasificación de alimentos que reproducimos a continuación:
- -Alimentos no procesados o mínimamente procesados: frutas, verduras, arroz y harina
- -Alimentos procesados: aceites, mantequilla, azúcar, productos lácteos, carnes y pescados
- -Alimentos ultraprocesados: contienen jarabe de maíz, aceites hidrogenados, proteínas aisladas y aditivos químicos, entre los que se incluyen, colorantes, saborizantes artificiales, edulcorantes, emulsionantes y conservadores
¿Cuáles son las consecuencias?
Para el New York Times, la doctora Natalia Gomes Goncalves, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo, expone los resultados del estudio “Relación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el declive cognitivo”:
En las personas cuya alimentación corresponde en un 20 % a alimentos procesados, se detectó una disminución del 28 % en sus facultades mentales.
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A pesar de que la disminución en la capacidad intelectual es un fenómeno natural propio de la edad, el alto consumo de alimentos ricos en saborizantes, colorantes y conservadores propicia un deterioro mayor en el organismo.
Asunto preocupante si tomamos en cuenta, como indica New York Times, que más del 60% del consumo total de calorías en la población estadounidense proviene de esa clase de alimentos. La pregunta es: ¿cuántos productos ultraprocesados se consumen en México y en qué medida?
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No todo son malas noticias
El estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo, dirigido por Gomes, donde también participan Naomi Vidal y Neha Khandpur, sugiere una alimentación rica en cereales integrales, verduras (en especial de hojas verdes), legumbres, frutos secos, pescado, pollo y, de preferencia, aceite de oliva.
Aunque los alimentos ultraprocesados son muy populares hoy en día por ser prácticos y, en ocasiones, muy deliciosos. Las consecuencias a largo plazo de ese tipo de alimentación son perjudiciales para la salud mental, provocando síntomas de depresión, ansiedad y demencia