El estrés, la ansiedad y la depresión, aunados al consumo de alimentos ricos en grasa, condimentos, irritantes y picantes, son factores que llegan a favorecer el desarrollo del síndrome de intestino irritable (SII), es un padecimiento incurable que suele aparecer antes de los 35 años.
El médico general, Raymundo Gomez Arteaga, manifestó que su incidencia suele disminuir a partir de los 60 años de este padecimiento que suele afectar la salud física, emocional y la calidad de vida del paciente.
Agregó que se suele confundir con la colitis, y solo mediante estudios como las biopsias es posible determinar si se trata de uno u otro padecimiento y definir el procedimiento terapéutico adecuado.
Coincide con otros especialistas que para diagnosticarlo se utilizan los llamados Criterios de Roma, que implican el análisis de un conjunto de signos y síntomas entre los que se encuentran dolor abdominal, distensión, náuseas, vómito, diarrea, cambio en el patrón de evacuaciones, estreñimiento y flatulencias.
Hay tres tipos de síndrome de intestino irritable
Explicó que hay tres tipos de SII; uno se caracteriza por estreñimiento, con dos o tres evacuaciones por semana; el otro predomina la diarrea y la persona evacúa entre seis y diez veces al día; y un tercero es de carácter mixto; que oscila entre patrones de normalidad, períodos diarréicos y etapas de estreñimiento.
➡️ También lee: Más allá del estrés laboral: ¿Cómo la salud mental impacta la productividad?
“Podemos decir que cuando es una enfermedad incurable, existen tratamientos que contribuyen a disminuir los síntomas de manera significativa”, dijo.
Destacó que en la mayoría de las ocasiones, es necesario esperar por lo menos 12 semanas para probar la efectividad de las medidas terapéuticas adoptadas y para, en su caso, implementar los ajustes pertinentes.
La importancia del estilo de vida
Puntualizó que es de suma importancia que la persona con SII adopte un estilo de vida saludable que incluya la hidratación adecuada con el consumo de por lo menos dos litros de agua al día y la realización de actividad física.
➡️ Te puede gustar: Efectos de la dieta en la composición de la microbiota intestinal
Concluyó que si bien es cierto el estrés, ansiedad y depresión favorecen el desarrollo de síndrome de intestino irritable, es de gran importancia el contar con un equipo multidisciplinario médico, nutricional y psicológico, para hacerle frente por el bien del paciente.