Junto con los cambios en la manera de alimentarnos, consumiendo más productos importados y comidas industrializadas, han ido en aumento las alergias a alimentos que llegan normalmente a la mesa.
¿A qué se debe el aumento de las alergias?
Al cambio de hábitos alimenticios de la vida moderna, en primer lugar, hay que agregar la modificación del ambiente, la reducción del período de amamantamiento y la introducción precoz de una alimentación demasiado diversificada para el bebé. Estos cambios han hecho que se modifique la flora intestinal y su permeabilidad, facilitando así que nuevos alérgenos entren en la sangre. También hay que considerar el incremento de las alergias cruzadas.
¿Qué es una alergia cruzada?
La alergia es una reacción contra una proteína presente en los alimentos, constituida por una sucesión de aminoácidos. Se habla de alergia cruzada porque ese encadenamiento de aminoácidos puede encontrarse en dos productos aparentemente diferentes. Un tercio de los alérgicos al polen o al látex se vuelven alérgicos también a ciertas frutas frescas o secas.
¿Cuáles son los alimentos más susceptibles de provocar alergia?
En los niños se presenta con mayor frecuencia la alergia a la leche de vaca, a los huevos, a los frutos secos (como nueces, cacahuates y almendras), al pescado y los crustáceos, a los kiwis y a la harina de trigo (gluten). En los adultos, hay que añadir la mostaza, frutas como el aguacate, los plátanos, las manzanas y ciertas verduras como el apio y las coles.
¿Existen diferentes tipos de alergia alimenticia?
Hay que distinguir entre una alergia real y una hipersensibilidad no alérgica. Por ejemplo, el exceso de consumo de chocolate, debido a su alto contenido de tiamina provoca una liberación de histamina, una sustancia secretada naturalmente a raíz de una reacción alérgica. En ese caso, la intolerancia depende de la dosis que se ingiere.
¿Cuáles alimentos provocan alergias falsas?
Preferentemente, los alimentos ahumados, el vino, las conservas de pescado, el chocolate, las fresas, los tomates, algunos quesos, el chucrut y la clara de huevo.
¿Cuáles son las señales en uno y otro caso?
En ambos casos, la alergia puede presentarse con urticaria, rinitis con estornudos, asma, vómitos, diarrea, picazón en la boca, ligera hinchazón de labios o de garganta. Cuando se es realmente alérgico, una dosis ínfima de cierto alimento puede desencadenar una fuerte reacción. Se necesitarán pruebas específicas para orientar el diagnóstico.
¿Productos sometidos a manipulación genética aumentan los riesgos?
Los riesgos son variables y no bien determinados. Es posible que se reduzca el efecto alérgeno de un alimento (por ejemplo, el arroz) o, a la inversa, que ayude a provocar una alergia con otros alimentos (por ejemplo, la soya).
¿Es posible desensibilizarse de un alimento determinado?
Esta clase de tratamientos resultan ineficaces para las alergias alimenticias. La única manera de protegerse es evitar entrar en contacto con el alimento que provoca la alergia y preocuparse de leer cuidadosamente las etiquetas de los productos elaborados.
¿Cómo una mamá alérgica puede prevenir que su bebé también lo sea?
Las principales recomendaciones son: amamantar a su bebé hasta los seis meses, no seguir una dieta muy restringida durante el embarazo y la lactancia, no diversificar la alimentación hasta después de los seis meses, no darle huevos hasta después de cumplido un año, evitar el pescado, los kiwis, el apio y esperar hasta los tres años para darle nueces, almendras y cacahuates.