Cerca del 2013, una mujer de nombre Liz Armstrong, miembro de las fuerzas armadas de Estados Unidos, descubrió la infidelidad de su novio en una aplicación de citas. Quizás motivada por el desamor planeó tener “cita por despecho” con algún desconocido. Hecho que sucedió y que tiempo después la llevaría a donar un riñón.
Antes de irse de vacaciones con su novio, Armstrong descubrió que el hombre en cuestión tenía un perfil abierto (y bastante activo) en una red social cuyo fin era organizar encuentros sexuales esporádicos entre los usuarios. Cuando ella lo confronta, su pareja terminó la relación. Y ahí es cuando comienza nuestro relato.
Una propuesta destaca entre las demás
Armstrong cuenta su historia como escritora invitada ante el “Huffpost”. Después de abrir un perfil en la misma aplicación que su exnovio, comenzó a platicar con diversos hombres, ninguno de los cuales le llamó especialmente la atención. Sin embargo, entre todos los perfiles, encontró a Paul, un profesor de latín de nivel secundaria.
Durante la primera cita entre Paul y Armstrong, acudieron a un museo, donde él le explicó acerca de mitología (desconocemos si griega o romana), después a cenar, por un par de copas y por último a una habitación de hotel.
Te recomendamos: ¿Pensando en matrimonio o divorcio? En Tamaulipas será más caro durante 2024
Poco después, Paul le comunicó un pequeño detalle acerca de su vida, sufría de una enfermedad renal hereditaria. Sus riñones habían colapsado tiempo atrás y ahora él vivía con el riñón que su padre le había donado, el cual preveían los médicos comenzaría a fallar dentro de poco tiempo.
Armstrong admite que no se sintió con la fortaleza suficiente para emprender una relación romántica a largo plazo con alguien que se enfrentaba a dicho historial clínico, pero podían ser amigos. Y lo fueron.
Una petición de ayuda y una solicitud ante el ejército
Cuando Armstrong se encontraba en servicio activo en el ejército recibió un correo electrónico de Paul, quien buscaba entre sus contactos alguien que deseara donarle un riñón.
Cuando tiempo después Armstrong volvió a encontrarse con su amigo, con quien solía escribirse, se percató de que él lucía más decaído de lo normal. Había comenzado el proceso de diálisis y su riñón estaba funcionando a menos de la mitad de su capacidad. En palabras de Armstrong, se dio cuenta de que Paul se estaba muriendo. Entonces, decidió hacerse los análisis de compatibilidad.
Te puede interesar: Tamaulipas en el Top 10 de estados con más divorcios en México
¿Qué tan difícil es donar un riñón?
De acuerdo a los Servicios de Administración y Recursos Médicos de EU (HRSA, por sus siglas originales), para que una persona viva pueda donar un órgano es necesario contar con un buen estado de salud tanto física o mental. Para ello, debe someterse a una serie de pruebas médicas para evaluar la viabilidad del procedimiento.
Además de la evaluación pertinente, Armstrong tenía que conseguir la autorización del Ejército de los EU para realizar la operación, era un miembro activo de las fuerzas armadas, quien, por voluntad, iba a donar un riñón a una persona con la cual no tenía ningún tipo de parentesco familiar.
Sigue nuestro canal de EL SOL DE TAMPICO: las mejores noticias en WhatsApp
Los doctores y el Ejército aceptaron la petición de Armstrong, quien le cedió un riñón a Paul. En el 2021, año en que ella hace pública la historia, Paul y Armstrong estaban casados, cada uno con diferentes personas y, aunque no se ven muy seguido, hablan a menudo. Esta fue la historia de la chica que buscaba “cita por despecho” y terminó por convertirse en donadora de órganos.