Quienes crecieron durante la época de los 90 y dos mil recordarán las rondas infantiles que se entonaban en el preescolar y la primaria, una de ellas decía: “Doña Blanca está cubierta de pilares de oro y plata”.
Aquellos que deseen descubrir los beneficios a la salud mental y física de la música y los juegos, denos la mano y giren junto a nosotros en círculo mientras cantamos.
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El centro educativo plurilingüe La Rueda define las rondas infantiles como “un instrumento pedagógico, lúdico y didáctico; una actividad social y ante todo un elemento de expresión ritmo-plástica”.
El mundo de las rondas infantiles
En algunas escuelas se acostumbra reunir a los estudiantes en el patio, colocarlos en círculo, pedirles que se tomen de las manos y comiencen a dar vueltas en sentido a las agujas del reloj, mientras cantan.
Existen diferentes tipos de rondas infantiles, muchas de ellas con sus reglas específicas. No es lo mismo jugar “Doña blanca” que “La víbora de la mar”.
En “Doña Blanca”, por ejemplo, uno de los participantes se tiene que colocar dentro del círculo, mientras otra persona, fuera de la rueda, intentará atraparlo “rompiendo los pilares que protegen a Doña Blanca”.
En la “Víbora de la mar”, en cambio, los niños deben pasar por debajo del arco formado por los brazos de dos de sus compañeros.
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La Biblioteca Digital realizó una antología de nonas y cantos, entre los más conocidos están:
- “A pares y nones”
- “Los pollitos dicen”
- “Pin pon”
- “A las estatuas de marfil”
- “Naranja dulce”
- "La rueda de San Miguel”
- “De tín marín”
- "Arroz con leche”
- “Encantados”
Beneficios para el cuerpo y la mente de las rondas escolares
De acuerdo con Juan Esteban Garcés, licenciado en Educación Física, Recreación y Deportes, las rondas infantiles fomentan las habilidades motrices de una manera divertida. Además de incrementar las habilidades de coordinación psicomotriz, motivar la expresión corporal y mejorar el equilibrio.
De igual manera, se cree que esta clase de dinámicas permiten desarrollar patrones de comportamiento sociales, propiciando el trabajo en equipo y la interacción entre compañeros.
El Centro La Rueda, por su parte, menciona cuál es el objetivo de integrar las rondas de manera formal dentro del horario escolar infantil:
- Despertar la percepción y sensibilización auditiva
- Aprender a imitar distintos tipos de ritmo
- Reconocer y diferenciar sonidos
- Potenciar el control rítmico del cuerpo y la coordinación
Beneficios de la música y el movimiento
La Organización Mundial de la Salud recomienda que la población infantil y juvenil, entre los cinco y los 17 años de edad, realice por lo menos 60 minutos de actividad física al día de intensidad moderada a intensa.
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El Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral de Estados Unidos (NCCIH, por sus siglas originales) comenta que la música tiene la capacidad de promover vínculos sociales, además de reducir los niveles de dolor, depresión, ansiedad, estrés y problemas de sueño.
Siempre se ha dicho que se puede aprender jugando. Aquellas madres de familia, profesores y personal de dirección que quieran fomentar el desarrollo integral de niños, niñas y jóvenes, al parecer, un acto tan simple como organizar una ronda infantil puede aportar grandes beneficios a la salud física y mental.
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Entonces, ¿quién quiere cantar junto a nosotros: “El patio de mi casa es particular, se moja y se seca cómo los demás. Agáchense y vuélvanse agachar…”?
