El 04 de noviembre de 1922, aproximadamente hace 101 años, el arqueólogo Howard Carter encontró una escalinata subterránea en el Valle de los Reyes, en Egipto, que conducía a una cripta cerrada. No lo sabía en ese momento, pero adentro estaban los restos de Tutankamón, quien pasaría a la historia como el “faraón niño”.
La cultura egipcia siempre ha despertado curiosidad en Occidente, ejemplo de ello es la atención prestada a la biblioteca de Alejandría, a la pirámide de Giza, por no mencionar la Esfinge. Junto a Cleopatra existe otro personaje cuyo nombre está plagado de mitos: Tutankamón y la supuesta maldición que ocultaba su sepulcro.
¿Qué había dentro de la tumba?
Gracias al artículo “Tutankamón, el faraón que renació 3000 años después” escrito por Antonio García Jiménez para la Biblioteca Nacional del España (BNE), sabemos gran parte de la siguiente información:
Tutankamón reinó cerca de una década de 1334 a 1325 AEC. Ascendió al trono cuando tenía 9 años y pereció aproximadamente al llegar a los 20. Enterrado en el Valle de los Reyes, su tumba es actualmente identificada como “KV62”.
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En febrero de 1923, en presencia de la reina de Bélgica, Isabel Gabriela de Baviera, Howard Carter, rompió los sellos que protegían el sepulcro de Tutankamón. Al entrar a la cámara, cerrada durante tres mil años, entre otros objetos, esto fue lo que encontraron:
- -Bustos de Tutankamón y de su madre Nefertiti
- -La momia de Tutankamón dentro de un sarcófago antropomórfico fabricado con 110 kilos de oro
- -Máscara de oro con lapislázuli y diversas piedras preciosas y semipreciosas
- La momia estaba cubierta de lino, a medida que se retiraron los vendajes, se encontraron diversos objetos como diademas, collares, amuletos, cuchillos y diversas joyas.
El inicio de la supuesta maldición
Lord Carnarvon quien era el principal inversor de la expedición, falleció tan solo dos meses después de abrir la cripta, en abril de 1923. Su muerte producida por septicemia, debido a la picadura infectada de un mosquito, fue atribuida a una maldición: el antiguo faraón presuntamente comenzaba a vengarse de aquellos que interrumpieron su descanso.
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Cuando 11 años después, en 1934, falleció el egiptólogo Arthur Weigall, quien también estuvo presente cuando Carter abrió la cripta, el rumor de la supuesta suerte fatídica del grupo que presenció el hecho histórico comenzó a propagarse a nivel mundial.
Sin embargo, el artículo de la BNE explica que uno de los mayores divulgadores de la maldición fue el mismo Weigall, corresponsal del periódico Daily Mail, quien aparentemente vio como Carnarvon y Carter intentaban minimizar y entorpecer su trabajo, para vender por completo la exclusiva a The Times.
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La actual fama de Tutankamón se adjudica a cinco hechos principales: su corta edad al ascender al trono, su prematura muerte, su cripta cerrada, el enorme tesoro que escondía y la supuesta maldición que encerraba. Al día de hoy la historia y el mito del “faraón niño” se combinan en la memoria popular tanto de Oriente como de Occidente.