Emma Goldman tenía 48 años cuando el FBI, el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos, la nombró “La mujer más peligrosa de América”.
Tal título fue el resultado de las peticiones polémicas de la activista, tales como: una jornada laboral de ocho horas, el acceso a las mujeres a la pastilla anticonceptiva y el derecho de la población al ocio y a la recreación. ¿Quieres saber cómo acaba esta historia?
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¿Quién fue Emma Goldman?
Emma Goldman nació el 17 de junio de 1869 en una familia judía en Letonia, en un núcleo familiar violento. Su padre solía repetir que el papel de las mujeres en la sociedad se limitaba a dar hijos a los hombres, nada más, por eso quemó todos los libros de su hija en cuanto tuvo oportunidad.
A los 14 años, después de sufrir acoso y un intento de violación en su trabajo, Goldman se embarcó junto a sus hermanas a Nueva York, después lo hicieron sus padres.
A los 17 años solicitó el divorcio de su primer marido, alegando diferencias irreconciliables: él era un ludópata impotente quien la había engañado para contraer matrimonio. Su familia la repudió, para la época el divorcio era una falta grave y una vergüenza.
En la ruina y sin hogar, llevando solo una máquina de coser bajo el brazo, la joven fue a parar a “Sach’s café”. En ese lugar, a los 19 años conoció a Alexander Berkman y se enamoró, por el mismo periodo descubrió su talento para la oratoria.
Goldman estaba enojada, enojada de las condiciones precarias de trabajo, de las duras imposiciones sociales y de su pobreza.
Habló de todo ello frente al público de Sach’s café y, entonces, lo inesperado ocurrió: la gente comenzó a escuchar sus palabras.
Los amantes eran partidarios del anarquismo, el sistema filosófico que propone la abolición del estado como poder absoluto, sin embargo, mientras Goldman apostó por el cambio de conciencia a través del conocimiento, Berkman cundió a la violencia. El joven intentó asesinar a un importante magnate, fracasó en el intento y fue condenado a 20 años de prisión.
En 1893, a la edad de 24 años, Goldman fue arrestada y sentenciada a un año de cárcel por participar en una protesta laboral. En el transcurso de los años posteriores, la joven sería arrestada en multitud de ocasiones por defender distintas causas polémicas como: el derecho a la libre expresión, la libertad sexual, el acceso al arte, la emancipación femenina y el uso de anticonceptivos.
Durante su tiempo en detención, Goldman acostumbraba llevar un libro en su bolsa para leer mientras era privada de su libertad. Además, comenzó a dar conferencias por todos los estados del país y creó la revista “Mother earth”, para dar a conocer su perspectiva de la vida a un público más amplio. La autora estaba en contra de la censura y de las injusticias.
Goldman también era antimilitarista, en 1917 se pronunció en contra del ingreso de los Estados Unidos de América a la Primera Guerra Mundial, fue condenada a casi dos años de cárcel por ello.
En ese momento el FBI la señaló como “La mujer más peligrosa del continente” y le retiró su ciudadanía. La activista fue expulsada del país norteamericano en 1921, pero Lenin la recibe en la Rusia soviética.
Goldman se desilusionó primero y se horrorizó después de los actos del gobierno bolchevique, por lo cual decide huir rumbo a Berlín. En 1923 publica su libro “Mi desilusión con Rusia”, la obra le acarrea la crítica de sus compañeros de causa anarquista.
Goldman se convierte en una proscrita, no es aceptada en ningún bando, es demasiado “rara”, demasiado “radical”, para los gustos imperantes tanto de los políticos como de los intelectuales de su generación.
Exhausta, la activista se retira a escribir un libro autobiográfico. Es un éxito. El “New York Times”, uno de los periódicos más importantes de los Estados Unidos, el mismo país que la había corrido, lo reconoce como una de las mejores piezas literarias del año.
Goldman intentó ser admitida, de nuevo, en suelo norteamericano, pero su petición es rechazada, solo se le confiere un permiso temporal de residencia.
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Murió en Toronto, Canadá, el 14 de mayo de 1940, a la edad de 70 años, a consecuencia de un derrame cerebral. En un gesto sorpresivo, el gobierno de los Estados Unidos concedió que su cadáver fuera sepultado en suelo nacional.
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Emma Goldman, quien una vez fue considera la mujer más peligrosa de América por el FBI, una de las agencias de seguridad más importantes a nivel mundial, descansa ahora en el cementerio Waldheim en Chicago.
