Cada noviembre con motivo del Día de Muertos, el color amarillo de la flor de cempasúchil, conocida por los mexicas como “la flor de 20 pétalos”, invade la ciudad. A pesar de su popularidad, el “cempoalxochitl” no es la única flor que se relaciona con la muerte. Alrededor del mundo, los cementerios son adornados con crisantemos, calas, nubes y flores del infierno.
El Día de Muertos es una celebración mexicana que fusiona elementos del Día de Todos los Santos de la religión católica y tradiciones prehispánicas mesoamericanas. Por ejemplo, la costumbre de adornar los altares con cempasúchil proviene de los mexicas, quienes la eligieron porque su tonalidad les recordaba al sol.
¿El infierno está adornado de flores?
De acuerdo con Mackarena López, de Biblioteca Viva, una antigua leyenda china indica que al morir, como parte de su viaje a la otra vida, todas las almas deben transitar por el infierno.
Al descender al tártaro, mientras caminan hacia el más allá, los muertos observan flores de color rojo brillante de nombre Lycoris Radiata, también nombradas como “flores del infierno”.
La flor de terciopelo o mano de león y los colores en cementerios
López comenta que durante la víspera de Todos los Santos en España y “La Toussaint” en Francia, el 1 y 2 de noviembre, las tumbas se cubren de crisantemos, como símbolo de respeto y eternidad.
Por su parte, la dependencia de Agricultura de la CDMX señala que en el penúltimo mes del año, siempre incrementa la venta de nubes y terciopelo en el país. La nube o Velo de novia se prefiere en tonos blancos y rosas. En tanto que el terciopelo o conocida como "mano de león", es fácilmente reconocible por su color rosa oscuro.
Aunque la flor de terciopelo es originaria de Asia, en México se le asocia con la tradición milenaria del Día de Muertos o Xantolo en la región de la Huasteca.
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La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sagarpa) calcula que al año se producen 427 mil manojos de terciopelo, con un valor aproximado de 17 millones de pesos. Superando incluso al cempasúchil, cuya cosecha se estima en 123 mil manojos, lo cual representa una ganancia cercana a los siete millones de pesos.
El amarillo, el rojo y el morado dominan el panorama
La flor de cempasúchil tiene degradaciones amarillas y naranjas, mientras que la Lycoris Radiata y el terciopelo (celosia) tienen matices rosados y rojizos. El crisantemo tiene una coloración morada.
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De acuerdo con Vogue, el color amarillo se asocia con el sol, la felicidad, la abundancia y el poder. El color rojo, subraya ABC, se relaciona con el fuego, la diversión y la independencia. La revista Noir sostiene que el morado se vincula con la creatividad y el misticismo.
Dotar de vida a la muerte
Cada noviembre en múltiples casas, escuelas, negocios y oficinas de México se coloca un altar de muertos para honrar la memoria de quienes se han ido. En un gesto simbólico se ofrendan alimentos y bebidas, acompañados de adornos para dar la bienvenida a las almas de los difuntos.
El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas y la Universidad Autónoma de Nuevo León nos brindan información sobre los elementos del altar y no podemos dejar de notar sus intensos colores:
- Papel picado
- Velas para iluminar el camino
- Flores: cempasúchil, terciopelo, crisantemo y nube
- Calaveras de azúcar o de chocolate
- Comida: la fruta se considera imprescindible, entre los alimentos más populares se encuentran las naranjas y los plátanos
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El tema de la muerte suele despertar interés, tristeza y suspicacia. Nadie conoce a ciencia cierta si existe un más allá, pero todos son conscientes de su mortalidad. Tal vez para hacer frente al dolor de ver partir a quienes se ama, la humanidad inundó de flores, colores y aromas la tierra de los muertos.