Los cangrejos, los pulpos y las langostas serán reconocidos como seres sensibles, después de que una nueva investigación expusiera que tienen un sistema nervioso central y pueden sentir dolor. Pero calma, todavía puedes terminarte tu jaiba rellena, ya que esto se estipuló -de momento- solo en Reino Unido.
LA PRUEBAS INDICAN QUE SÍ SON SENSIBLES
Dicho gobierno anunció el viernes que todos los crustáceos decápodos y moluscos cefalópodos se incluirán en la Ley de Bienestar Animal, después de que un estudio de la London School of Economics and Political Science encontrara pruebas de que estas criaturas marinas son sensibles, o pueden sentir.
En la clasificación de crustáceos decápodos encontramos a los camarones, las langostas, y las jaibas de río; y entre los moluscos cefalópodos están los calamares, los pulpos y las sepias. Los estudios examinaron aspectos como si los animales tienen receptores del dolor, si demuestran capacidad de aprendizaje y cómo responden a los fármacos analgésicos.
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“En todos los casos, la balanza de las pruebas parecía inclinarse hacia la sintiencia. En el caso de los pulpos, es muy fuerte. Y en los camarones, pues, la confianza es mucho menor”, dijo Jonathan Birch, investigador de la London School of Economics.
TENDRÁN QUE SER TOMADOS EN CUENTA POR EL GOBIERNO
“El Reino Unido siempre ha estado a la cabeza en materia de bienestar animal y nuestro Plan de Acción para el Bienestar Animal va más allá al establecer nuestros planes para introducir algunas de las protecciones más estrictas del mundo para los animales de compañía, el ganado y los animales salvajes”, dijo el ministro de Bienestar Animal, Zac Goldsmith en un comunicado.
La legislación no afectará a las prácticas pesqueras ni a los restaurantes que venden marisco. Sin embargo, una vez que el proyecto se convierta en ley, se creará un Comité de Sensibilización Animal que informará sobre el grado en que el gobierno tiene en cuenta a los animales sintientes a la hora de diseñar sus políticas públicas.
“El proyecto de ley sobre la sensibilidad de los animales proporciona una garantía crucial de que el bienestar de los animales se tiene en cuenta correctamente al elaborar nuevas leyes. La ciencia tiene claro que los decápodos y los cefalópodos pueden sentir dolor y, por tanto, es justo que estén cubiertos por esta legislación vital”, añadió Goldsmith.