El 12 de abril de 1823, se funda sobre los márgenes del río Pánuco el pueblo “Santa Anna de Tampico”, hoy ciudad Tampico. Al este tenía el Golfo de México, al oeste estaba la Laguna del Chairel y al sur se encontraba la laguna de Pueblo Viejo. El territorio, rodeado de agua y considerado “pantanoso” llevaba el nombre de un dictador: Antonio López de Santa Anna.
En sus últimos años de gobierno, al general del ejército mexicano, Antonio López de Santa Anna, le gustaba ser llamado “Alteza Serenísima”. Cuando, en 1823, concede el permiso para instaurar un nuevo asentamiento humano con miras al mar en el este del país, los habitantes deciden nombrarlo en su honor: Santa Anna de Tampico.
¿Por qué se llamaba Santa Anna de Tampico?
En el documento titulado “Plano topográfico de la Barra de Tampico”, preservado por la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, de autor anónimo, con data de 1823, se pueden apreciar las inscripciones “Pueblo Santa Anna de Tampico” y “Barra de Tampico”.
El “Pueblo Santa Anna de Tampico” se encuentra a las orillas del Río Pánuco, mientras que la “Barra de Tampico” señala la desembocadura del mismo río en el Golfo de México.
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De acuerdo a la Colección Custodia del Salvador de Tampico, preservada por el Ministerio de Cultura y Deporte Español, los habitantes de la villa de Altamira y de Pueblo Viejo tenían una disputa por el acceso al mar. Para resolver el problema, los altamirenses buscaron establecer en la costa nordeste del país una nueva población.
Altamira solicita el permiso de organización a Antonio López de Santa Anna, quien lo concede. En aparente agradecimiento, en 1823, los habitantes del nuevo pueblo deciden nombrarlo: “Santa Anna de Tampico”, en clara alusión a la “Barra de Tampico”.
La palabra “barra” sirve para señalar los bancos de arena de las embocaduras, los cuales son considerados un riesgo para la navegación. La “Barra de Tampico” era el nombre que también recibía el “río de Tampico”, del cual existe registro cartográfico aproximadamente desde 1700.
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El nombre de “Tampico” ya había sido utilizado antes para designar además de un río, un puerto, una villa, una misión, jurisdicción y partido. Todo esto ocurrió de 1776 a 1821.
No es raro, entonces, que en 1823, el nombre se retome para denominar un nuevo asentamiento humano. Agregar el título de “Santa Anna” fue, quizás, una manera de congraciarse con el general.
Eso explicaría por qué la Colección Custodia del Salvador de Tampico asegura que el pueblo dejó de llamarse “Santa Anna”, después de promulgarse el Plan de Ayutla en 1854. Documento que desconoce de manera tajante el poder del dictador, quien, en ese momento, ya exigía ser reconocido como “Alteza Serenísima”.
Entre el agua y el pantano
En el material cartográfico se puede percibir cómo el “Pueblo Santa Anna de Tampico” está casi por completo rodeado de agua. Localizado en los límites del río Pánuco; la población tenía al este el Golfo de México, al sur estaba la Laguna de Pueblo Viejo; y al oeste se encontraba la Laguna del Chairel.
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El mapa también presenta en dos puntos la inscripción “terreno pantanoso”. Al día de hoy, dicha región forma parte de la ciudad. Lo cual significa que durante la expansión del pueblo, los habitantes decidieron construir sus hogares sobre el pantano.
El mapa del pueblo “Santa Anna de Tampico” fue encargado en 1823 por el Ayuntamiento de Altamira. Su creación permite constatar cómo, durante un tiempo, nuestra ciudad llevaba el nombre de un dictador.