En los primeros meses de este año se escucharon comentarios sobre predicciones escatológicas que iban a ocurrir en el 2023. Ya casi en la recta final del calendario muchos de los presagios no se cumplieron, sin embargo, otros sí se concretaron. En términos generales, ¿cuál fue el balance del 2023?
Cada que un año nuevo inicia, múltiples medios suelen citar el libro “Las profecías” de Michel de Nôtre-Dame, conocido de manera popular como Nostradamus; además de recuperar los presuntos mensajes de Baba Vanga, una mujer oriunda de Macedonia del Norte, considerada por ciertos segmentos poblacionales como “mística”.
¿Qué se esperaba para el 2023 y no ocurrió?
Gracias a diversos artículos consultados en los medios “Levante”, “El tiempo”, “Deutsche Welle” y “ABC” sabemos la siguiente información:
Entre los pronósticos para el año que termina existía uno que especulaba un escenario distópico donde las sociedades a nivel mundial iban a cundir ante el canibalismo. Hasta donde tenemos noticia, lo anterior no ocurrió.
También se creía que durante las 52 semanas del 2023 iniciaría la tercera guerra mundial, se establecería un nuevo orden mundial, ocurriría la muerte del representante de la iglesia católica, los humanos llegarían a Marte y la Tierra cambiaría su posición con respecto al Sol en la Vía Láctea. Ninguno de esos hechos acontecieron.
¿Qué sí sucedió en el 2023?
A finales del 2022, se comentaba que Nostradamus predijo para el 2023 una era de hambruna. Desafortunadamente el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas originales) informa que más de 345 millones de personas, a nivel mundial, en efecto, padecieron altos grados de inseguridad alimentaria.
De igual manera, se aducía que el boticario francés vaticinaba sequía. La NASA declaró que el verano del 2023 es uno de los más calurosos de los cuales se tiene registro desde 1880, momento en que se comenzó a llevar un censo de la temperatura del planeta.
Si bien estos dos fenómenos, el problema de la hambruna mundial y el cambio climático, no se pueden calificar como “augurios” de Nostradamus, sí son problemas sociales de carácter internacional, que incumben a toda la humanidad.
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En palabras de Maguncia Michael Kunkel para GWUP, un medio alemán que aboga por el escepticismo científico, no se puede responsabilizar ni a Nostradamus ni a Baba Vanga de las profecías que se les atribuyen, puesto que “ambos ya no pueden defenderse, llevan mucho tiempo muertos. Los verdaderos autores de tales desvaríos suelen permanecer en el anonimato”.
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A pesar de que año tras año se anuncia el fin del mundo, este día todavía no se concreta. De hecho, si se presta atención, cada cambio de temporada los presagios tanto de infortunio como de esperanza suelen ser muy parecidos. Entonces, ¿qué va a ocurrir en el 2024? El próximo año todavía se encuentra en el “futuro” y el “futuro”, por definición, “apenas está por venir”.