Los gatos son animales de compañía que muchas veces son señalados por ser manipuladores, por el lograr actuar de manera errónea o incorrecta y no sufrir consecuencias por ello, en especial cuando una mujer es su cuidadora.
Esta habilidad de los felinos de manipular a su dueña no es algo que haya pasado desapercibido a la ciencia y existen estudios que lo comprueban, como uno analizado por UNAM Global, la revista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El estudio fue publicado originalmente en 2011 y realizado por científicos de la Estación de Investigación Konrad Lorenz y la Universidad de Viena, Suiza, posteriormente publicado por la revista Behavioral Processes y que analizó el fuerte vínculo entre los gatos y sus dueños, en especial con las mujeres.
La investigación resalta que esta unión de los felinos se da con otros motivos más que para el de solo obtener alimento y fue el primero en mostrar en detalle la dinámica subyacente de las relaciones gato-humano y como podría ser casi idéntica a los vínculos que se forman de manera exclusiva entre los humanos.
Para sus hallazgos, se analizaron las interacciones de 41 gatos con sus dueños en largos periodos de tiempo y tras varias pruebas de carácter tanto del tutor como de los animales.
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En busca de comprobar sus resultados, la revista de la UNAM entrevistó a la doctora Claudia Edwards Patiño, profesora de Bioética y Zootecnia en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, quien señaló que esto es cierto, la manipulación que han alcanzado los gatos con las mujeres se debe a distintos factores, incluido su maullido, un sonido que llega a ser muy similar al de un bebé.
“El estudio tiene razón en decir que los gatos sí son manipuladores, y muy buenos debo decir”, señaló la doctora. “Un estudio donde se evaluaron los sonidos que emitían los animales evidenció que las mujeres, cuando escuchaban los maullidos del gato sentían la necesidad de ayudarlo o incluso se angustiaban.
Esta situación, desde la visión psicológica, se explica porque el maullido de gato tiene semejanza con el llanto del bebé”.
La especialista añadió que los gatos son capaces de modular su llanto y las mujeres tienden a reaccionar a esa clase de sonido debido a su parte evolutiva de ser madres. De igual forma, destacó que es un pensamiento equivocado el creer que los felinos no dan nada a cambio, ya que no solo se dedican a pedir cosas.
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“Es un entendimiento que se da para ambas partes, ya que se vuelven observadores y cuidadosos uno del otro”, indicó.
Los gatos suelen tener buena memoria y dentro de sus recuerdos se encuentra el saber quién fue amable con ellos, quien los alimentó o quien convivió con ellos, por lo que se vuelven a fines a esa persona. A la par, son las mujeres las personas que más frecuentan, por lo que se entienden de forma sencilla y terminan por caer en su manipulación.
Gatos y sus tácticas de manipulación
Con el paso de los años y la domesticación de los gatos, lograron aprender una gran cantidad de habilidades para que sus relaciones fueran fructíferas u obtuvieran beneficios de las mismas.
“Los gatos son seres traicioneros y convenencieros, pero lo cierto es que son muy sociales, pero lograr un lazo con ellos lleva tiempo. Desde el antiguo Egipto se han relacionado con nosotros. En primera instancia, fue una relación simbólica donde ellos asociaban la presencia de humanos con la presencia de ratas. Pero, en la actualidad, les gusta estar con nosotros e interactuar”, comentó.
En general, son tres las tácticas que utilizan los gatos para lograr manipular a sus dueños: el ronroneo, el contacto visual intenso y el posicionamiento estratégico en lugares de alto tráfico en el hogar.
Respecto al último punto, ya que se haba de sitios como la cocina, la cama o los lugares que puedan utilizarse para trabajar, se deben establecer límites con los gatos para una convivencia más sana.
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“Quizá hay situaciones donde les dejemos hacer su voluntad, como cuando se duermen sobre nosotros y hasta pena nos da despertarlos, pero si se sientan en la mesa o quieren salir a la calle o no hay que permitirlo de hacerlo. Pero, establecer límites no necesariamente debe ser algo malo”, señaló la doctora Claudia Edwards.
Como con otros animales de compañía, la doctora de la UNAM recordó que, si se tiene un gato se debe procurar que las condiciones del hogar lo permitan y que, de lograr una buena relación, suelen ser mascotas que brindan mucho amor.
Nota originalmente publicada en EL SOL DE PUEBLA
