La Diócesis de Tampico enfrenta una severa crisis vocacional, toda vez que son menos los adolescentes y jóvenes que quieren ser seminaristas en los municipios de Tamaulipas enfrentan escasez de sacerdotes.
En la actualidad ser sacerdote, oficiar las misas que llevan a un encuentro con Dios, era el sueño de muchos jóvenes, hoy no, son pocos los elegidos y menos los que llegan a ordenarse.
Las cuestiones materiales, así como los asuntos que viven a través de las redes sociales e influencias de otro tipo, los alejan del camino de la vocación sacerdotal, y pese a que tienen muy buenos valores, les cuesta trabajo consolidar nuevos misioneros de Dios, indicó el obispo de la Diócesis de Tampico José Armando Álvarez Cano.
Monseñor explicó que actualmente la situación que enfrentan se ve plasmada en la baja de ingresos al Seminario Menor, que corresponde al Nivel Medio Superior.
"Está decayendo cada vez más la vida sacerdotal, yo creo que sabemos que la sociedad y los jóvenes pasan por momentos difíciles, de decisiones firmes, de decisiones comprometidas sabemos que lo mismo está pasando en el campo de la familia, los jóvenes no se quieren casar, en verdad no quieren tener hijos quieren tener animales, perros esto está mermando la vida tradicional".
Enfrentan falta de sacerdotes y vicarios
Indicó que la formación es estrictamente profesional, lo que corresponde a tres años de Filosofía y cuatro años de Teología, por lo que en este punto se enfrentan a la vocación y en el camino desertan y solo unos cuantos llegan al primer año de filosofía.
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"Todo lo que está sucediendo en la sociedad actualmente afecta la vocación sacerdotal, la sociedad atraviesa por momentos difíciles de decisiones firmes por los jóvenes, decisiones más comprometidas y esto repercute en la vida sacerdotal".
Actualmente no se tiene recurso humano para cumplir con lo que tradicionalmente se realiza en cada parroquia, está situación ha provocado en promedio el déficit entre sacerdotes y vicarios en la Diócesis de Tampico.
El Padre José León Cárdenas Cuevas rector del seminario de Tampico señaló que actualmente son un promedio de 25 jóvenes quienes se preparan cursando los diversos grados litúrgicos.
Alternativas para afrontar la crisis de seminaristas
Señaló que una de las alternativas para afrontar la crisis que enfrenta la Diócesis de Tampico, los ha llevado a formular seminaristas con familia, lo que significa que los jóvenes que están en segundo o tercer grado de secundaria y tiene interés en enfocarse a la vida religiosa son acompañados por sus familiares a las actividades al interior del seminario.
"Los jóvenes de esta edad continúan con sus actividades cotidianas, estudiando y teniendo una vida social, pero acuden al seminario a realizar algunas actividades religiosas, con la finalidad de que conozcan lo que representa consagrarse a Dios".
Las ordenaciones de curas en la iglesia católica han bajado en los últimos años y los viejos tiempos cuando cada familia mexicana quería tener un hijo cura es asunto del pasado.
Detalló que la cifra referida de estudiantes se distribuye en el seminario menor, curso introductorio y seminario mayor, y pese a que admitió que no es un número tan amplio como en años anteriores, se visualiza un “pequeñito” incremento de ingreso.
"Cuando un joven tiene inquietud es apoyado para conocer su visión de servir a Dios, en Tampico acuden a realizar la filosofía es una licenciatura de 4 años al terminar el siguiente curso se denomina Teología en ese tiempo, el joven conoce la iglesia sus antecedentes, aspectos de los sacramentos de la liturgia"
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En entrevista, afirmó que la cuestión económica no es un factor ni condicionante para que los jóvenes deserten a seguir en su carrera sacerdotal, pues el pueblo de Dios se encarga de apoyarlos.
Oran por las vocaciones
El obispo de Tampico manifestó que buscan a través de diversos procesos reunir a la juventud con la realización de los pre-seminarios y esperan que la gracia de Dios toque el corazón de esta comunidad.
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Ante esta situación han encomendado a los sacerdotes de los más de 400 templos que integran la Diócesis, que al final de todas las misas se pida a las y los asistentes hacer oración de rodillas para que se incremente la vocación sacerdotal y se erradique la violencia en el país.
