En Tampico los llamamos con mucha familiaridad “Juanchos”. Sin embargo, en el antiguo Egipto, estos enormes reptiles de piel gruesa, cubiertos de escamas y con una dentadura capaz de triturar un cuerpo humano, eran considerados una manifestación del dios Sobek. La divinidad responsable de dar vida al cosmos. Al parecer los cocodrilos gobiernan el mundo.
Los cocodrilos en Egipto
El río Nilo es el río más importante del continente africano, en sus márgenes se fundaron las grandes civilizaciones de El Cairo y Alejandría, por sus aguas navegaron Cleopatra, Julio César, Marco Antonio, embarcaciones romanas y egipcias, además de cientos de cocodrilos.
De acuerdo al reportaje de National Geographic sobre estas criaturas, desde los años 664 hasta el 332 a.e.c, los cocodrilos eran venerados como divinidades, cuidados y alimentados por los sacerdotes de la región. No obstante, al ser considerados criaturas peligrosas, sus dientes eran arrancados de sus fauces.
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Los egipcios respetaban y temían a los dioses. Para ellos, estos seres todopoderosos se manifestaban de tres formas distintas: como animales, como humanos o como una combinación de ambos. Solek era el dios cocodrilo, pero también lo fueron Horus, Re y Tueris. Horus era la divinidad asociada al cielo, a Re se le unificaba con el sol y Horus era la diosa del hogar.
Los cocodrilos en Tampico
Una de las atracciones naturales más hermosas y potencialmente peligrosas de la ciudad, son los cocodrilos. Puedes contemplar a estos animales tomando el sol en el pantano de la Laguna del Carpintero, rondando por el Moralillo o deteniendo el tráfico en la Avenida de la Industria en Altamira. “Juancho” ya se convirtió en un símbolo de Tampico.
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Los hombres de la tribu Timbumeri se convierten en cocodrilos
Por medio de un video de corta duración, el canal Planet Doc da a conocer el rito de iniciación de “Los hombres cocodrilos” de la tribu Timbumeri en la isla de Nueva Guinea. El ritual consiste en crear un “nido de cocodrilos” cavando una fosa, la cual será cubierta con hojas de palmera y de banana. Solo los “iniciados” pueden saber qué ocurre adentro, para el resto de los mortales, lo que ahí se celebra es un misterio.
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Antes de poder entrar al “nido”, los hombres que se van a convertir en cocodrilos son narcotizados para soportar el dolor de las incisiones sobre su piel. Se les realizan pequeñas, pero profundas heridas en la espalda, pecho y pezones para dar la ilusión de escamas.
Desde África, hasta Oceanía y América, los cocodrilos están presentes en múltiples culturas. En Egipto casi gobernaban el mundo, mientras que en Tampico pasaron a convertirse en los excéntricos e inolvidables “Juanchos”.