Permítenos adentrarnos en una situación hipotética, donde una persona intenta a toda costa obtener la aprobación de otra, a pesar de que es evidente que no hay una buena relación entre ambas. ¿Por qué a menudo buscamos agradar a quienes nos tratan mal? Expertos señalan que esta conducta puede ser una señal de dependencia emocional y baja autoestima.
A menudo el cuento del Patito feo de Hans Cristian Andersen es considerado un referente de superación personal. Al principio el patito feo era rechazado por sus familiares y conocidos, sin embargo, tras descubrir que se trata de un cisne es aceptado por la comunidad. Esta narrativa, al parecer, conlleva una problemática: ¿tenemos que transformarnos en algo más (en alguien más) para ser amados?
¿Qué opinan los psicólogos sobre la cuestión? Causas y consecuencias
En el portal “Doctoralia” un usuario pregunta: “¿No es extraño mi comportamiento de querer agradar a gente que me trata mal?”
Daniel Velázquez Marcos, psicólogo, contesta que si bien la necesidad de agradar es propia del ser humano, cuando cumplir con las expectativas de los demás se vuelve una prioridad, al grado de olvidar trazar objetivos de vida propios, entonces, nos encontramos frente a una conducta irracional.
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María Teresa López Alonso, psicóloga, explica que este patrón de comportamiento puede ocurrir cuando se tiene poca tolerancia a la frustración, además de miedo al abandono o una tendencia a asumir toda la responsabilidad de los problemas en una relación.
En tanto, Irene López Assor, psicóloga, declaró para el medio TeleMadrid, que este tipo de reacciones se origina cuando no se han sanado rencores, heridas o miedos del pasado.
Entre las consecuencias que ocasiona este hábito se enlistan:
- Alta probabilidad de agravar los síntomas de depresión, estrés y ansiedad
- Incapacidad para establecer límites personales
- Incremento de la probabilidad de ser víctima de manipulación o estafa
- Sensación continua de frustración, culpa y malestar emocional
- Presencia de pensamientos obsesivos
- Abandono de relaciones sociales
- Indiferencia hacia el autodesarrollo integral (carecer de intereses y actividades propias)
Es importante aclarar que la información anteriormente mencionada no sustituye en ningún caso la valoración oportuna de un experto en salud mental.
¿Cómo lidiar con la situación?
Montserrat Guasch Ferrer explica, en el portal de Doctoralia, que cuando más contenta esté una persona consigo misma (con su identidad), menos probable es que sienta la necesidad de agradar a los demás.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda las siguientes herramientas para cuidar de la salud mental en la población adulta (entre los 18 a 64 años de edad):
- Realizar 300 minutos de actividad física de intensidad moderada a la semana
- Consumir 400 gramos de frutas y verduras al día
- Dormir de 7 a 9 horas diarias
La dependencia emocional es descrita, por la Organización Psicológica Aesthesis, como “un estado de subordinación extremo donde se experimenta una necesidad de mantener un vínculo interpersonal, el cual resulta perjudicial a nivel emocional”.
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Si en algún momento, alguien considera que se esfuerza demasiado en agradar a los demás, hasta el punto de olvidarse de sí mismo (a), es importante buscar ayuda profesional. Sin embargo, no todo son malas noticias, pues percatarse del problema siempre es el primer paso a la solución. Entonces, ¿buscas complacer a quien te maltrata o no?