De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los virus pueden propagarse desde la boca o nariz de una persona infectada en pequeñas partículas líquidas cuando tose, estornuda, habla, canta o respira, y la transmisión es eficaz en espacios cerrados y abarrotados en los que la ventilación es escasa o nula.
Esto se debe a que cada vez que exhalamos liberamos dióxido de carbono (CO₂) al aire, y dado que el coronavirus se transmite con mayor frecuencia en estas condiciones, se pueden usar los niveles de este componente para ver si en un espacio cerrado está lleno de exhalaciones potencialmente infecciosas.
Estos niveles nos permiten estimar si entra suficiente aire fresco del exterior, lo que quiere decir, si existe una buena ventilación, lo que ayudará a reducir las probabilidades de transmisión del Covid-19.
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¿CÓMO UTILIZAR UN SENSOR DE DIÓXIDO DE CARBONO?
La utilización de un sensor de CO₂ es una herramienta que facilita la medición en partes por millón de dióxidos de carbono con el fin de evaluar continuamente la ventilación., ya que gran concentración de CO₂ aumenta el riesgo de contagio
Los niveles de CO₂ deben mantenerse por debajo de 800 ppm, informa la OMS, lo que quiere decir que, de cada millón de moléculas de aire, 800 son de CO₂, el 1% del aire inhalado por una persona ya ha sido exhalado por otra persona.
Por esto, la OMS señaló que “el control de la calidad del aire con un sensor de CO₂ ayuda a evitar la propagación del virus. Estos dispositivos permiten conocer la acumulación de componente y envían una señal cuando se superan los niveles aceptables”.
También recomienda para evitar el contagio del coronavirus el uso de cubrebocas que se puede complementar con la medición de CO₂ usando sensor, “al mejorar la ventilación de los espacios interiores se puede reducir el riesgo de propagación del virus en dichos espacios”, ha informado la OMS.
CUANDO USES EL SENSOR DE CO₂ TEN EN CUENTA LOS SIGUIENTES VALORES LÍMITES:
El límite general para espacios interiores compartidos debe ser de 700 ppm de dióxido de carbono, pero, si se trata de una sala pequeña con hasta seis personas es admisible 800 ppm.
En tanto, cando se trata de interiores con riesgos adicionales como: uso de la voz, actividad física intensa, no poseer mascarilla, no mantener distancia, etc., lo máximo permitido es de 600 ppm de CO₂.
La ventilación se puede lograr en forma natural (por ejemplo, mediante la apertura de una ventana) o a través de la instalación de un sistema mecánico.