En 2017, una madre y su hija decidieron rescatar a un pequeño mapache que hallaron extraviado. Lo cuidaron y alimentaron y, unos meses después, lo regresaron a su hábitat. Al día de hoy, el peludo de antifaz las visita para demostrarles su cariño a quienes lo ayudaron cuando lo necesitaba.
LA AMISTAD SE FORMÓ PRONTO
Esta historia de amistad peluda ocurrió en Canadá, un país conocido por tener una vasta población de mapaches. Linda y Nikki Robinson encontraron muy cerca de la carretera a uno de estos animales.
Según relatan para el sitio web The Dodo, era uno muy pequeño así que lo llevaron a diferentes refugios de animales, pero en ninguno lo recibieron.
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Ante tal situación decidieron quedárselo y llevarlo a casa. Allí lo limpiaron, le dieron agua y comida, Nikki afirma que este fue el momento cuando el mapache y su madre entablaron su amistad.
"La primera vez que mi mamá le dio de comer él la miró, y ella se derritió. Lo trató con mucha dulzura desde el principio. Creó un vínculo con él, incluso sabiendo que volvería a la naturaleza en algún momento", afirma.
LO DEJABAN EXPLORAR LA ZONA
De manera que Manitas -como llamaron al mapache- se integró junto a las otras mascotas que Linda y Nikki habían rescatado.
Y aunque pasaban mucho tiempo con él, también dejaban que explorara la naturaleza, de manera que fuera capaz de reintegrarse en su hábitat natural y valerse por su cuenta, en lugar de depender solo de los humanos para sobrevivir.
CUIDARON A MÁS MAPACHES
Pasados cinco meses, Manitas fue devuelto a la naturaleza, pero con frecuencia regresa a la casa donde se crio para visitar a Linda y dormirse en su regazo.
Incluso desde que Manitas se fue de casa, Linda ha cuidado a más crías de mapache huérfanas que no tienen otro sitio al que ir. Nikki comparte cómo es la vida compartida con más amigos de cuatro patas desde su cuenta de instagram @red_pangolin.
"Todos los días se sienta fuera y espera, e incluso cuando son mayores, la visitan y ella se ilumina y le encanta. Ellos también la adoran, así es mi mamá", explica Nikki.