Además de bellas por su luminiscencia, las luciérnagas tienen un marcado valor ecológico, al ser consideradas como grandes polinizadores al igual que las abejas.
Lo preocupante es que al igual que los himenópteros, los piniles o cucuis también enfrentan una marcada reducción de su población.
El biólogo Jorge Luis Martínez Ávila indicó que “las luciérnagas son insectos con un importante rol ecológico, además de un gran valor estético y cultural”
Tamaulipas cuenta con variedad de especies de luciérnagas “por lo que debemos aumentar la investigación, ya que se carece de estudios de las mismas”.
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Estos insectos “aunque mucha gente lo desconoce, también son polinizadores, siendo de suma importancia para la reproducción y dispersión de varias especies de plantas, además son fuente de alimento para otros animales e incluso algunas especies de luciérnagas son depredadores”.
Para los especialistas es urgente establecer medidas para proteger su hábitat natural, “así como realizar campañas de reforestación con vegetación nativa. También evitar invadir con fuentes de luz artificial en los lugares restantes en las que estas se distribuyen”.
Su habitad se ha afectado
El hábitat de estos lampíridos se ha visto severamente afectada por la actividad humana, la contaminación, el calentamiento global, entre otras circunstancias.
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“Las luciérnagas son animales muy limitados por su requerimientos de hábitat y condiciones ambientales, por lo cual los bruscos y rápidos cambios de estos en los últimos años las han afectado bastante” dijo Martínez Ávila.
Situaciones como la deforestación y perdida de su hábitat, uso de pesticidas que matan indiscriminadamente a sus poblaciones y la sequía pueden sumarse a las circunstancias dañinas en la especie en esta región.
“Necesitan de una alta humedad, por lo cual la sequía y falta de lluvias de los últimos años es un factor importante”, dijo.
Con su luz se aparean
La luminiscencia de estos insectos no solo es para que se vean bonitos, sino que funge como un factor para el apareamiento.
“Las luciérnagas dependen de su capacidad de emitir luz para su reproducción, pues utilizan está para encontrar pareja, la contaminación lumínica disminuye el alcance de estas señales de luz tan vitales para sus ciclos de vida” puntualizó el entrevistado.
Además de esta función para continuar la especie, “también ocupan sus luces para alertar de posibles peligros e incluso algunas especies para cazar, lo cual también se puede entorpecer por la contaminación lumínica”.
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No solo la abeja como importante polinizadora está en riesgo, sino que los focos se han encendido ante la baja en las poblaciones de mariposas, grillos y luciérnagas, lo que pone en riesgo a un enorme número de especies de animales y plantas en México.