Roald Dahl fue un conocido escritor de origen británico, entre sus libros más populares se encuentran: Matilda y Charlie y la fábrica de chocolate. En el 2023, una casa editorial, en asociación con los albaceas del autor, anunciaron la sustitución de ciertas palabras en su obra por considerarlas inadecuadas, entre ellas, “gordo”, pero ¿la palabra “gorda” es ofensiva?
El 22 de febrero de 2023, la BBC publicó un artículo llamado “Roald Dahl: la polémica decisión de los editores del autor británico de reescribir el contenido que consideran ofensivo de sus libros”. En él se explica el debate cultural que se suscitó en el Reino Unido, y en buena parte de Europa, por la decisión de modificar ciertos términos en los libros de Dahl.
¿Cuáles son los términos modificados?
Roald Dahl fue un fructífero escritor con cierta inclinación por los mundos de fantasía dirigidos a un público infantil. Entre sus creaciones más famosas se encuentran, además de Matilda y Charlie y la fábrica de chocolate, Las brujas, James y el melocotón gigante, El gran gigante bonachón (BFG, por sus siglas en inglés) y Cuentos en verso para niños perversos.
No solo escribía para un sector juvenil, la pluma de Dahl también narró los encuentros amorosos del Tío Oswald y fue capaz de dar cuenta del terror cotidiano en sus cuentos.
Fallecido en 1990, el legado literario del autor pasó a manos de su familia, quienes se convirtieron en albaceas de la obra. Fueron ellos, en asociación con la casa editora Puffin Books, quienes determinaron reemplazar y eliminar ciertas palabras por otras en las historias de Dahl.
Estos fueron los cambios establecidos:
El término “gordo” se cambió por “enorme” y se borraron las palabras “extraño, loco y desquiciado”.
El motivo expresado por los promotores del cambio es buscar un “lenguaje no peyorativo”, para “no molestar” al “público sensible”, pero “buscando preservar las historias, los personajes y la esencia del escritor”.
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¿La palabra “gorda” es ofensiva?
Nuestra pregunta es, ¿por qué alguien se tendría que sentir ofendido por una palabra, en este caso en particular, por los términos “gordo” o “gorda”?
De acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española, “gordo (a)” es un adjetivo calificativo para designar a alguien “de abundantes carnes” o “muy abultado y corpulento”.
Por su parte, el Diccionario del Español de México define el término también como un atributo de alguien “que tiene más volumen, es más grueso o más ancho de lo normal por tener mucha carne o mucha grasa”.
Entonces, ¿por qué una atribución puede resultar hiriente o incómoda? Si las palabras sirven para expresarse, al momento en que alguien enuncia de otra persona: “está gorda o gordo” está describiendo sus circunstancias físicas visibles, ¿por qué eso sería una ofensa?
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Como dice la artista Arely Sandoval, creadora de “Diálogos de una gorda”: “Me dijo gorda”, “¿Qué hiciste”, “Me lo comí”.
Cualquier palabra puede ser utilizada como un insulto, siempre y cuando quien la reciba lo considere como tal. Es decir, el término “gordo” o “gorda” no daña por el solo hecho de existir, puede herir cuando quien lo dice y quien lo recibe, lo consideran como una ofensa y no como un adjetivo.
Roald Dahl utiliza el término “gordo” en Charlie y la fábrica de chocolate para describir a Augustus Gloop, pero el problema con el personaje, y el autor así lo sentencia, no es su peso, es su carácter: es un niño egoísta y ambicioso.
Otro niño gordo del universo literario de Dahl es Bruce Bogtrotter, de la historia de “Matilda”, quien siente una fuerte predilección por los pasteles de chocolate. Dahl en ningún momento habla mal acerca de él, al contrario, Bruce es muy popular después de desafiar a Tronchatoro.
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No muchos están de acuerdo con el cambio
Diversos medios y casas editoriales de Europa se han posicionado en contra de la decisión de la Compañía de Historias de Roald Dahl y Puffin Books. Para concluir la nota, citamos las palabras del portavoz del primer ministro de Reino Unido recogidas por la BBC:
“Cuando se trata de nuestro rico y variado patrimonio literario, el primer ministro está de acuerdo con el gran gigante bonachón BFG en que no debemos gobblefunk (volvernos locos) con las palabras".
Los cambios en los libros de Roald Dahl ya fueron hechos, los términos referentes a la gordura fueron sustituidos. La pregunta es: ¿la palabra 'gordo(a)' es ofensiva o es solo un adjetivo calificativo? Quizás sea bueno recordar que los vocablos tienen el poder que las personas deseen otorgarles.