Las adaptaciones audiovisuales y literarias de la Revolución Mexicana han desempeñado un papel significativo en la forma en que la historia y los eventos de este periodo se han transmitido al público, a través de libros, películas, y documentales de la época.
La Revolución Mexicana (1910-1917) tuvo sus raíces en una serie de descontentos sociales y políticos, que se habían acumulado a lo largo de décadas de gobierno autoritario bajo el régimen de Porfirio Díaz. El descontento se centró en cuestiones como la desigualdad económica, la falta de oportunidades para la mayoría de la población, la concentración de tierras en manos de unas pocas élites y la falta de participación política.
Novela revolucionaria
Existe una corriente literaria conocida como novela revolucionaria, constituida por aquellas obras escritas por autores que vivieron los hechos de la Revolución. Como Mariano Azuela, Martín Luis Guzmán y Nellie Campobello. Los siguientes libros pertenecen a este género.
Una de ellas es “Cartucho: Relatos de la lucha en el norte de México”, escrita por Nellie Campobello en 1931. La autora no escribe sobre batallas o posturas políticas, sino sobre testimonios de los guerreros que vivieron los acontecimientos. Además, abarca el periodo que vivió Chihuahua desde 1916 hasta 1920, que suele tomarse como una de las etapas más crueles que vivió el estado.
Mariano Azuela escribió, en 1916, la novela “Los de abajo”, considerada la primera novela revolucionaria. La trama sigue la historia de varios combatientes campesinos, en especial del caudillo Demetrio Macías. Los retrata en momentos tranquilos y en sus batallas contra los federales.
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Azuela expone los contrastes entre los ideales políticos de los ilustrados y el pragmatismo ignorante de los guerrilleros campesinos. Debido a la clara definición de sus episodios y a su intención moralista, “Los de abajo" se ha convertido en una de las novelas mexicanas más leídas en el ámbito escolar.
De los hechos a la pantalla grande
Las adaptaciones cinematográficas sobre la Revolución Mexicana han sido numerosas y variadas. Estas películas a menudo se han centrado en figuras icónicas como Emiliano Zapata, Pancho Villa y Francisco Madero. A través de la cinematografía, se han recreado los enfrentamientos armados, los ideales revolucionarios y la complejidad de los personajes involucrados en la lucha.
“La Soldadera” estrenada en 1966, fue escrita y dirigida por José Bolaños y protagonizada por Silvia Pinal. Sigue la vida de Lázara, que se casó con Juan, pero al poco tiempo lo enlistan a la guerra. Ella lo acompaña en los desplazamientos,hasta que él muere en combate con los villistas. A partir de ahí, Lázara es condenada a vivir de manera errante y no establecerse hasta terminada la guerra.
María Félix también protagonizó una de estas películas, siendo “La escondida” dirigida por Roberto Gavaldón, en 1955. Gabriela, la protagonista, ha logrado labrarse un nombre en la alta sociedad a pesar de provenir de la pobreza. Sin embargo, al comenzar la Revolución Mexicana, se pondrá del lado de los campesinos, donde se reencontrará con su antiguo amor Felipe, ahora líder zapatista.
Documentales que cuentan la historia
“Memorias de un mexicano” es un documental mexicano de 1950, escrito por Carmen Toscano y dirigido por Salvador Toscano. En 1967, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lo declaró monumento histórico de México.
El documental se centra en los últimos años del Porfiriato y todo el proceso de la Revolución, sin embargo, también rememora acontecimientos de todo México en el siglo XX hasta el momento de su estreno. A lo largo de la obra se muestran no solo personalidades políticas, sino también costumbres, vestuarios, canciones, fiestas e incluso edificios.
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Otro documental es “Epopeyas de la Revolución” filmado por Jesús H. Abitia cuando acompañaba a las tropas de Venustiano Carranza y Álvaro Obregón. Gustavo Carrero realizó la edición, integrando metrajes recopilados por los Hermanos Alva.
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Las películas y documentales, junto con las novelas de la Revolución Mexicana han desempeñado un papel fundamental en la forma en que se ha transmitido y comprendido este importante periodo histórico. Ya sea en la pantalla grande o en las páginas de un libro, estas obras han contribuido a la preservación de la memoria de la Revolución Mexicana y han permitido que las futuras generaciones conecten con su legado.