En el cementerio de Tampico, una leyenda urbana ha surgido sobre la presencia de una niña deambulando entre las tumbas del lado norte. Según los sepultureros y empleados de limpieza, esta pequeña de apenas cinco años de edad, vestida de blanco, aparece al caer la tarde, sembrando miedo y escalofríos en aquellos que han tenido la desafortunada experiencia de verla.
La historia comienza hace más de 20 años, cuando una pareja enterró a su hija en este mismo cementerio en donde pusieron algunos juguetes. Desde entonces, los empleados del lugar han reportado extrañas ocurrencias.
El señor Martín Hernández, trabajador del camposanto, fue testigo de la primera aparición. "Era como si jugara entre las tumbas, buscando a alguien", describe.
Con el paso del tiempo, la presencia de la niña se hizo más frecuente. Los visitantes comenzaron a relatar experiencias similares, y los empleados del cementerio advirtieron sobre la importancia de no tomar ningún juguete del lugar, ya que temen que el alma en pena salga a buscar lo que le pertenece.
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La lápida de la niña se convirtió en un punto de encuentro para aquellos que buscan conectar con el más allá. Los juguetes y muñecas que la familia dejaba en su memoria aparecían en diversas tumbas, como si la niña jugara con otras personas fallecidas.
La leyenda de la Niña de Blanco ha crecido, y muchos se preguntan si su presencia es un mensaje que busca decirnos desde el más allá o simplemente una manifestación de la energía que queda en el lugar.
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Sin embargo, una cosa es segura: aquellos que han visto a la niña no olvidarán la experiencia nunca.
"No te atreves a tomar nada que no sea tuyo, porque la Niña de Blanco puede salir a buscarlo..."
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“Y cuando creas que estás solo en el cementerio, escucharás el sonido de unos pasos pequeños, y una voz que podría invitarte a jugar con ella”.
“La Leyenda de la Niña de Blanco es un recordatorio de que algunos secretos están mejor enterrados y algunos juguetes no deben ser tocados”.
Es así como nace la leyenda de una niña que juega entre la tumbas del cementerio de Tampico, y que viste de blanco.
