Fuimos maravillados con las delicias de la doncha, la manteconcha, la quequiconcha, pero esto es llevar la gastronomía mexicana a otro nivel.
En la Ciudad de México ya se puede ir encontrando este manjar que ronda desde los 250 a 350 pesos, que puede ser opción si te tocó la bendición de sacar el Niño Dios para los tamales el día de La Candelaria.
La idea de la rosca de tamal surgió al querer preparar un tipo de pastel azteca con la masa del tamal. Y para aquellos que están preocupados por no alcanzar para este 2 de febrero, les tenemos buenas noticias: las roscas se preparan todo el año, solamente tienen que pedirse con anticipación.
En la zona conurbada aún no se ha encontrado el artista que pueda realizar esta mona lisa de la gastronomía, esta Quinta de Beethoven del paladar mexicano, no cabe duda que el ingenio mexicano se ha hecho presente una vez más.
El tamal está hecho a base de maíz y proviene de la alimentación prehispánica, donde lo conocían como ‘tamalli’. En un principio eran utilizados para honrar a sus dioses y simplemente estaban conformados por masa, sería hasta la llegada de los españoles que comenzarían a rellenarlos con diferentes alimentos y, así, casi cada estado tiene su tamal representativo.