Las calles del puerto están habitadas por historias en las que la realidad y la leyenda se confunden, y algunos de estos elementos que no pasan desapercibidos son las casas y residencias que el tiempo ha cubierto con mucho misterio. Aquí te contamos sobre las más memorables.
En las calles de Alarcón y Carranza, en la zona centro de la ciudad, podemos encontrar esta imponente construcción que conforme pasan los años su poder de atracción aumenta. Su nombre es Quinta Rosarito, aunque también es conocida como la Casa del Diablo.
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La Casa del Diablo
En 1913, hace 110 años, el matrimonio formado por Domingo Moreno y Felipa De Bustos construyó este chalet que contaba con sala, tres recámaras, una barda de mármol, un enorme sótano y un pozo de manantial de 8 metros de profundidad. En 1996, un velador fue asesinado por un corte en la garganta, presuntamente por un adicto.
Desde entonces, la residencia quedó en desuso y el deterioro y la maleza comenzaron a apoderarse del lugar, dándole su aspecto tétrico actual y lo que llevó a que fuera identificada en Google Maps como "La Casa del Diablo". Aunque en 2022 se anunció un proyecto para rehabilitarla como un hotel boutique.
La Casa Gándara
Aproximadamente en el año 1895, el general Manuel González, compadre de Porfirio Díaz y posteriormente presidente de México, mandó construir una enorme residencia en las calles Sor Juana Inés de la Cruz y Emilio Carranza. La casa también fue utilizada como hospital de ferrocarril, y en 1936 fue adquirida por la familia Gándara.
En 2013, la casona fue abierta al público y se utilizó como cafetería, museo e incluso como casa del terror durante los meses de noviembre, aprovechando su estética antigua. Incluso se hablaba de la aparición de una niña que recorría los pasillos para asustar a los visitantes.
En 2021, la casa fue cerrada al público y este año el empresario Carlos Dorantes del Rosal anunció su adquisición con la intención de convertirla en un museo.
La casa azul de Miramar
Si bien se ubicaba en Ciudad Madero, no está de más recordar la Casa Di Constanzo, la emblemática casita azul de la playa Miramar, que simbolizaba la bonanza económica del auge petrolero en la zona sur durante las primeras décadas del siglo XX.
La casa azul perteneció a don Silverio Di Costanzo, destacado empresario italiano establecido en Tampico. El inmueble formaba parte de un conjunto de casas de verano habitadas por empresarios extranjeros y fue armada con madera pieza por pieza.
Hasta finales de 1980, la vivienda sobre la avenida Obregón, cerca de la fuente de las sirenas en la playa, permaneció habitada y recibía mantenimiento. Se caracterizaba por un largo corredor que permitía disfrutar de la vista al mar. Sin embargo, la casa fue abandonada y el 3 de junio de 2022 un incendio acabó con ella.
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La Casa de los Gatos
En un principio conocida como la Casa de los Patos por las numerosas molduras con la figura de este animal que rodean el inmueble, la vivienda que se encuentra a la altura de la pilastra siete del puente Tampico empezó a ser conocida como la Casa de los Gatos por la gran cantidad de “michis” que han encontrado refugio en esta casona.
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Es la única vivienda que no fue expropiada durante la construcción del puente Tampico a principios de la década de los ochenta y aún se mantiene en pie. Forma parte de las viviendas misteriosas que se pueden encontrar en Tampico.
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