Hemos oído que como México no hay dos…pero la realidad es distinta. En otra parte del mundo hay un lugar que comparte el nombre con nuestro país ¿cómo sucedió esto?
LA HISTORIA DE ESTOS OTROS MEXICANOS
Al sur de Asia, en el océano Pacífico, se encuentra la República de Filipinas, un archipiélago cuya diversidad étnica y lingüística se vio enriquecida con siglos de colonización española y cerca de cinco décadas de dominio norteamericano.
De manera que las lenguas Filipinas son una compleja red de palabras en español -los días de la semana, los meses, etc., aunque su escritura y pronunciación se vea deformada levemente-; inglés; y también algo de náhuatl, debido a la presencia de tripulantes mestizos e indígenas en los barcos de mercancías.
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Así que no es de extrañar que en Filipinas se emplean palabras como “zapote”, “tamales” o “México”, nombre que recibió el municipio ubicado en la provincia de Pampanga, y fundado alrededor de 1581 por los conquistadores españoles.
De acuerdo con el sitio web del municipio de México, no existe un consenso sobre cómo es que se llegó a denominar a la comunidad con ese nombre.
Pero entre varias de las leyendas que se mencionan está el que los españoles, al arribar a este punto de las tierras filipinas, vieron a un hombre frotándose el brazo, al preguntarle qué hacía el nativo respondió: “mesicu cu pu” (me he golpeado el codo). También se cree que el pueblo se llamó México porque sus ríos poseen muchas curvas, o “sico-sico”.
En la actualidad, México es un próspero y sereno municipio de Filipinas, y, de acuerdo a un censo de 2020, tiene una población de más de 173 mil habitantes. Estos otros mexicanos, en su mayoría, profesan la religión católica, herencia del coloniaje español, así como el culto a la Virgen de Guadalupe.
ALEJADOS PERO MUY CERCANOS
Pero eso no es lo único que México, nuestro país, comparte con Filipinas. “Existe en general una actitud de simpatía, comprensión y afinidad instintiva para con la cultura mexicana, sobre todo la popular”, explica la Secretaría de Relaciones Exteriores.
“La mayor parte de la población sabe de manera vaga que Filipinas era parte de la Nueva España y que era gobernada desde México”. Añadiendo que uno de los vínculos que más perduran en la memoria es el comercio marítimo por medio del "Galeón de Manila" también conocido como "Nao de China".
Y aunque la pérdida del español complicó que compartiéramos manifestaciones culturales como la literatura, todavía el gusto por la comida, la música popular, las telenovelas y “las similitudes fisonómicas de nuestros pueblos” permanecen en Filipinas.