Su nombre era Shakereh Khaleeli. Acorde a las autoridades de la India, su homicidio ocurrió de la siguiente manera: su segundo esposo, Swami Shraddhananda, la drogó, la enterró viva y bailó sobre su cadáver. A pesar de cumplir cadena perpetua, el asesino busca constantemente salir en libertad.
La historia antes del homicidio
Shakereh Khaleeli presuntamente tenía todo lo que la sociedad considera como factores claves para la felicidad: era hermosa e inteligente, millonaria, trabajadora, esposa y madre de familia.
Sin embargo, pasó sus últimos minutos atrapada en un ataúd, mientras su segundo marido lapidaba su fortuna. ¿Qué fue lo que pasó?
Los detalles sobre el caso son inciertos, pero gracias a Geeta Pandey de la BBC y a Bala Chauhan de The New Indian Express, sabemos la siguiente información:
Shakereh Khaleeli nació el 27 de agosto de 1947, miembro de una próspera y aristócrata familia en India. Su abuelo Sir Mirza Ismail fue primer ministro de diversos principados en los estados de Karnataka, Rajastán y Telangana.
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En 1964, a la edad de 17 años, se casó con Akbar Mirza Khaleeli. De ese primer matrimonio nacieron cuatro hijas. Khaleeli dio a luz por primera vez en 1965, después en 1966, 1969 y 1972 respectivamente.
En 1985, el matrimonio se disolvió, para ese momento Akbar Mirza Khaleeli era un próspero diplomático y ella había incursionado en el mundo de los bienes raíces.
Antes de la tragedia
En 1986, Shakereh Khaleeli contrajó nupcias con Swami Shraddhananda, quien también responde al nombre de Murali Manohar Mishra. Un hombre de escasos recursos, sin estudios y quien se presentaba como un gurú.
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Se piensa que Shraddhananda manipuló a su víctima valiéndose de dos factores. Primero, prometió ayudarla con trámites de propiedades. Segundo, juró tener poderes para engendrar un varón.
La pareja convivió durante cinco años aproximadamente, los cuales se presume estuvieron repletos de discusiones por cuestiones financieras. No sé sabe por qué, la heredera le cedió a su cónyuge poder notarial para controlar y disponer de los bienes.
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La evidencia del caso señala que el 28 de abril de 1991, a la edad de 43 años, Shakereh Khaleeli fue drogada, torturada y asesinada en su propia casa. Fue enterrada viva en el jardín trasero de su mansión en Bengaluru.
Acorde a la prensa del país asiático, el asesino convicto organizó de 1991 a 1994 múltiples fiestas en el domicilio. La pista de baile estaba situada justo arriba de la tumba de Shakereh Khaleeli, legitima dueña del dinero que Shraddhananda gastaba en lujos.
El descubrimiento de los restos
Hasta 1994, tres años después del crimen, los restos de Khaleeli fueron descubiertos. Durante ese tiempo, su segundo marido alegaba que la mujer se encontraba de vacaciones.
La familia comenzó a sospechar al no tener ningún contacto con la occisa. Fue una de sus hijas quien interpuso un reporte de persona desaparecida.
En el 2000, Shraddhanand fue encontrado culpable de homicidio y condenado a pena de muerte. En el 2008, la sentencia fue cambiada a cadena perpetua.
Las autoridades de la India dictaminan que Swami Shraddhananda drogó, enterró viva a Shakereh Khaleeli y después bailó sobre ella (literal y metafóricamente). Sin embargo, hasta el día de hoy, el convicto alega inocencia, da clases de yoga en la cárcel y, a la edad de 83 años, espera ser exonerado por buena conducta.
