Xilitla, SLP, 15 Ene (Notimex).- La línea del corazón anunciaque tendrá muchos amantes; la línea de la cabeza habla de unaimaginación ilimitada, mientras que el surco de la vida muestra supoder para cautivar. La lectura de la figura de las manos deljardín escultórico de Edward James, expresa todo lo que estelugar es.
Delicadamente moldeada con un gris y frío concreto que ha sidoseducido por la naturaleza, esta escultura da la bienvenida alespacio que nació como un sueño para convertirse en unemblemático jardín, al que todo aquel que lo visita quiereregresar, cautivado por el deseo de volver a experimentar sumagia.
El sitio conformado por más de 36 piezas entre esculturas,edificios y estructuras, como el cinematógrafo y la casa de trespisos, se ha convertido en un símbolo del turismo no sólo delPueblo Mágico de Xilitla, sino de San Luis Potosí, al recibir alaño cerca de 100 mil visitantes, señaló Zaira Liñán Zorrilla,directora del recinto.
Con la idea de encontrar un “Jardín del Edén”, EdwardJames, un millonario inglés que se encontraba de viaje por unacarretera cercana a Xilitla, vislumbró el paraíso virgen quetanto buscaba, donde aves, insectos, flores y una imponentecascada, pasarían a formar parte del que buscaba convertir en sujardín privado.
“Este lugar en la Huasteca Potosina fue diseñado por EdwardJames, él lo compró a finales de 1940 y lo empezó a hacer unjardín con orquídeas y flores exóticas de muchas partes delmundo, a finales de los años cincuenta”, apuntó.
No obstante, la materialización de su sueño sería frustradaen un primer momento, debido a una helada que cayó en la zona en1956 y la cual terminó con su producción de orquídeas, motivopor el cual el inglés tuvo que replantear de nuevo suilusión.
“En 1962 empieza a hacer esculturas de cemento mediante moldesde madera de pino que parecieran ser troncos de árbol, areproducir hojas que hay en este sitio para hacerlas en concretoporque llegó a decir que si caía otra helada ya no iba a matar asus plantas”, explicó Zaira.
Inmediatamente, la ingeniosa mente del hombre que fue benefactoren los inicios de quienes se convertirían en grandes artistas comoSalvador Dalí y Leonora Carrington, comenzó a bosquejar elespacio artístico y escultórico surrealista inspirado en lasorquídeas y en la vegetación de la Huasteca Potosina.
De acuerdo a información de la dirección del jardín, elSurrealismo es el movimiento artístico y literario que surgió enEuropa en 1917, en donde el mundo de los sueños y el inconsciente,son considerados como fuentes para la creación.
“Dicen que no existe la arquitectura surrealista, por eso sele dice arquitectura fantástica, pero la inspiración es tomada demuchas partes del mundo. Veía unas ventanas de una catedral que legustaba, tomaba fotos y mandaba las postales y decía hay que haceresto en Xilitla”, narró.
¿El resultado? Un mágico y a veces incomprensible espaciodonde en nueve hectáreas de las 32 que en total tiene el lugar, sealzan esculturas, edificios y estructuras con un sinfín de formasextravagantes que han sabido converger con la belleza de lavegetación que ha coloreado su piel con la tonalidad de la vida,el verde.
“En la entrada está la puerta redonda que le llaman el anillode la reina, de ahí viene un pasillo que le llaman de los sietepecados capitales porque están las siete serpientes, pero tambiénahí están unas estructuras que les llaman hongos y dragones”,describió Zaira.
Otra de las estructuras emblemáticas es el cinematógrafo, quepensada para la proyección de películas para los habitantes deXilitla, es una torre desnuda que se alza airosa para comunicar alos visitantes que están a punto de experimentar el delirio y eldeseo.
Esto, debido a que Edward James decía que al mirar a travésdel arco era como tener una pantalla permanente hacia el magníficojardín que había creado. Y no se equivocaba, la imagen que seaprecia desde este punto es tan irreal que los paisajes de loscuentos de hadas se quedan cortos.
Caminar por el laberinto del jardín escultórico, nombrado enel 2012 como monumento artístico por el Instituto Nacional deBellas Artes (INBA), es un ataque constante de dudas, sorpresas ylocura. En el más recóndito espacio, puede aparecer unasorpresa.
“La naturaleza crece aquí diario y con este clima que tenemosque es muy noble para que crezcan las plantas y los bambús,tenemos eso de que de repente dejas de ver una estructura y hacenel mantenimiento y aparece nuevamente”, mencionó ladirectora.
Ejemplo de esto, es la oculta y pequeña escultura de unaespecie de lombriz que parece adentrarse a la tierra a un costadodel camino que lleva a la famosa casa de tres pisos, en el que elvisitante pasa de andar por una especie de pasillo sin paredes nitecho, a un espacio reducido en el que sólo cabe una persona.
“En alguna de las cartas, Edward James dice que esa casa laconstruye porque lo iban a visitar sus amigos los Guinnes, unafamilia de Irlanda, entonces empieza a construir esa casa pararecibirlos. Era prácticamente sin paredes para que se pudieraobservar desde todos los ángulos la naturaleza”, detallóZaira.
Por otra parte, la locura y asombro generalizado de todo aquelque visita el jardín se debe a que la mayoría de las estructurasy edificios parecen inconclusos: sin paredes, sin pintura y sinnada en su interior. Esto tiene una explicación que concuerda conla personalidad poética e imaginativa de James.
“Muchas de las estructuras, según lo que cuentan lostrabajadores y la familia Gastelum, quienes eran sus amigos, es quese emocionaba en hacer una estructura, después se le venía otraidea a la mente y decían ¡paren, paren! ya no hagan eso ahoravamos a hacer otra cosa, entonces por eso las cosas se ibanquedando inconclusas”, dijo.
Lo irreal de la convergencia armónica entre las estructuras yla naturaleza es palpable en Las Pozas, lugar donde la imponentecascada de más de 10 metros, nutre los contenedores que su creadorrealizó a modo de pequeñas albercas que acompañan alespectacular quiosco que se encuentra al pie de la cascada.
Edward James murió en 1984, año en que se suspendiódefinitivamente la construcción del que alguna vez fuera laambición y el sueño de su vida. Sin embargo, aunque el espacionunca fue pensado para ser abierto al público, en 1991 se da laoportunidad a la gente de adentrarse en él. En 2007 fue adquiridopor una fundación privada.
“Él dijo algo muy bonito, que él no hubiera podido lograreste jardín en otra parte del mundo, lo logró por la gente queestaba aquí”, detalló Zaira.
Con esta afirmación, quizás por eso la escultura de las manosque parecieran querer salir de la tierra, porque quieren ynecesitan, hacer saber a todo aquel que pase por ahí, que estejardín escultórico es un encuentro con la magia que deleita yprovoca una adicción de siempre querer regresar.
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