El hábito de fumar tiene sus defensores y sus detractores. Los primeros señalan que es una decisión personal hacer uso o no del tabaco, otros sostienen que deben existir políticas más severas para evitar su consumo por los graves riesgos que representa para la salud. ¿A cuál bando perteneces tú?
Los detractores de los cigarros
La Sociedad Americana de Cáncer advierte sobre las sustancias químicas presentes en el humo de los cigarros. Cuando las hojas de tabaco entran en convulsión, liberan, entre otros componentes:
- Nicotina
- Plomo
- Arsénico
- Amoníaco
- Uranio
Monóxido de carbono
Estos elementos pueden provocar daño al corazón y a los pulmones, además de incrementar la posibilidad de desarrollar cáncer. Acorde al Ministerio de Sanidad Español, la nicotina genera dependencia física, fatiga mental e incrementa el riesgo de arritmias. Mayo Clínic, enlista los efectos adversos del plomo: dolor de cabeza, dolor abdominal e hipertensión arterial.
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que la intoxicación por arsénico conlleva, en sus etapas más leves, problemas digestivos, dolor abdominal y entumecimientos.
El amoníaco, de acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), provoca dolor de garganta y tos, dañando de manera irreversible los pulmones. El mismo organismo advierte sobre el uranio y el daño que provoca a los riñones y a las vías respiratorias.
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La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), informa que el monóxido de carbono impide la libre circulación de oxígeno en los tejidos corporales.
Los defensores del hábito de fumar
De acuerdo al artículo “El tabaco y el hábito de fumar” del autor Jesús Martínez-Falero, publicado por la Real Academia de Doctores de España, “más del 50 % de los hombres y mujeres de Europa y América fuman”. Muchos de esos usuarios reportan “sensaciones de euforia y bienestar”.
Dichas aseveraciones no son tan extrañas tomando en cuenta los efectos de la nicotina en el cerebro: la sustancia “incrementa la irrigación cerebral y, es probable, que favorezca el trabajo mental, además de aumentar la sensación de adrenalina”. Sin embargo, también genera una “habituación farmacológica”.
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El texto prosigue señalando que diversos consumidores nunca presentan síntomas desfavorables por el uso de tabaco, no obstante, Martínez-Falero, señala que esto se debe a “una buena resistencia y condición física a prueba de tabaco”.
Entonces, ¿tú a cuál equipo perteneces? ¿Eres de los defensores o detractores del hábito de fumar? ¿Defiendes la libertad de expresión, donde cada quien debe asumir las consecuencias de sus actos voluntarios; o consideras necesario establecer políticas de prohibición para contrarrestar los efectos nocivos del tabaco a la salud?