Junto con las posadas, la Navidad y el Año Nuevo se inaugura también la temporada de intercambios. Entonces, la felicidad se combina con la incertidumbre, comenzamos a preguntarnos sobre qué regalar a nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo e incluso desconocidos en estas fechas. Saber cómo dar obsequios es un arte que a continuación vamos a explicar.
La habilidad de saber qué regalar
Saber dar regalos es un arte si nos atenemos a las definiciones proporcionadas por la RAE. Donde “regalar” significa “dar a alguien, sin recibir nada a cambio, algo en muestra de afecto o consideración o por otro motivo”. Por su parte, “arte” implica la “capacidad o habilidad para hacer algo”.
Dar un buen obsequio implica conocer a la persona y tener la intención de hacerla feliz. Sin embargo, todo se complica cuando no conocemos a la otra parte e ignoramos cuáles son sus gustos. Lo mejor sería preguntar de manera directa sobre cuáles son sus deseos, pero a veces se considera que tal método puede mitigar el efecto sorpresa.
¿Qué dice la ciencia?
Si la actividad de participar en intercambios te provoca malestar, no estás solo. El fenómeno es tan común que incluso economistas y psicólogos han tratado de dar solución al conflicto.
El economista Joel Waldfogel publicó en el 2009 el libro “Scroogenomics: por qué no deberías comprar regalos en las fiestas”. El término “Scroogenomics” es la unión de las palabras “Scrooge” y “economía”. Scrooge es el personaje principal de la novela, “Cuento de Navidad”, un hombre avaro y ermitaño quien odia las celebraciones.
Waldfogel explica que gastar dinero en realizar regalos para desconocidos es una relación de pérdida para las dos partes. Por un lado, quien compra gasta dinero; por el otro, quien recibe no disfruta (verdaderamente) del presente entregado.
Antes de Waldfogel, en el 2004, el psicólogo Barry Schwartz hablaba en “Las paradojas de las opciones”, sobre el estrés originado por las expectativas al momento de comprar un obsequio.
Las personas quieren encontrar el mejor regalo, por lo cual tienden a sobre analizar la realidad, crean múltiples hipótesis en sus mentes, creando escenarios ficticios, los cuales proceden a comparar entre ellos. En fin, el caos toma control de la situación.
Entonces, ¿cómo saber qué regalar?
Para el economista Joel Waldfogel la mejor alternativa es recurrir a una tarjeta de regalo, porque se invierte una cantidad de dinero específica y quien la recibe puede hacer uso de ella a libertad.
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El escritor John Tierney en su artículo para el New York Times, “¿Cuál es el regalo perfecto?”, estableció una serie de pautas sobre que sí y qué no hacer ante este tipo de situaciones:
No busques sorprender, pero sí piensa qué obsequio será más útil a largo plazo
No apuestes por las sorpresas, escucha con atención lo que la otra persona busca
No te guíes por la intención, opta por la practicidad
Esperamos que esta serie de consejos te ayude a saber qué regalar y cómo salir de apuros en los intercambios. Lo cual es todo un arte. No olvides que, de acuerdo al filósofo Guillermo de Ockham, “la solución más sencilla, suele ser la más probable (y la de mayor éxito)”.