¿Ya se ha bebido el líquido? ¡Ahora cómase el envase!

Agencia EFE

  · sábado 24 de junio de 2017

El envase Ooho se descompone en el entorno en el mismo tiempo que tarda en hacerlo una pieza de fruta y requiere para ser fabricada 5 veces menos CO2 y 9 veces menos energía que una botella de plástico. Foto: Skipping Rocks Lab, UK

EFE/Reportajes

¿Ya se ha bebido el líquido? ¡Ahora cómase el envase! Asípuede resumirse el funcionamiento de la nueva botella comestible,que puede masticarse e ingerirse en vez de ser arrojada a labasura, un contenedor de reciclaje o “en cualquier parte”contaminando el ambiente como las botellas plásticas.

Esta innovación podría ayudar a evitar que, cada año, lleguena los ríos y océanos millones de botellas de plástico, una vezconvertidas en residuos, y a que se emitan a la atmósfera 300millones de kilogramos de dióxido de carbono (CO2), como resultadode su fabricación, de acuerdo a los inventores de este envase.

La botella Ooho ha sido desarrollada por el diseñador,arquitecto e ingeniero Rodrigo García González y el ingenieroPierre-Yves Paslier, quienes han fundado Skipping Rocks Lab (SRL),que cuenta con el apoyo del Instituto Europeo de Innovación yTecnología (EIT) y un equipo de investigadores de la universidadbritánica Imperial College London (ICL).

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“Por favor, comprenda que somos un equipo pequeño, hemosrecibido un número abrumador de solicitudes y estamos tratando conellas tan rápido como podemos”, responde a Efe Pierre-YvesPaslier de SRL (www.skippingrockslab.com), al informarnos sobreesta innovación, que se está vendiendo en eventos en Reino Unidoy EEUU, como paso previo a su producción a gran escala.

El grupo básico de Ooho, con sede en Londres, es pequeño, yaque lo componen otros tres profesionales, además de García yPaslier, y su invento es simple en apariencia pero, según larevista de la Institución Smithsonian de Washington (EEUU),“puede ayudar a enfrentar una de las amenazas ambientales máspreocupantes del mundo: la contaminación plástica”.

“Nuestro objetivo es proporcionar a las empresas tecnológicasy de productos de envasado, materiales de origen natural y a unbajo impacto en el medioambiente, como alternativa a los envases deplástico, aspirando a convertirnos en el “Tetrapak” delenvasado sostenible”, informa Paslier a Efe.


TÉCNICA CULINARIA PARA CUIDAR ELAMBIENTE


El primer lanzamiento de SRL es Ooho, un producto para lahidratación, fabricado exclusivamente a partir de algas marinas yplantas, que permite encapsular el agua y los jugos en envasesflexibles, comestibles y biodegradables, similares a burbujasgelatinosas del tamaño de una pelota de golf o tenis de mesa.

Esta especie de “botella” comestible y biodegradable estáinspirada en la forma en que la naturaleza encapsula líquidos,usando membranas, y se basa en una técnica culinaria denominadaesferificación, que fue ensayada con distintos ingredientes,proporciones y dimensiones, hasta encontrar la receta para crearOoho mediante una doble membrana gelatinosa, según el EIT(eit.europa.eu).

La esferificación se usa en la cocina moderna y consiste enrecubrir un alimento líquido de una membrana fina, dándole formade esfera, al aplicarle un espesante natural basado en un derivadode las algas pardas denominado alginato de sodio y en el cloruro decalcio, que le confiere a la capa exterior del fluido unaconsistencia de gelatina.

Según Paslier, estas cápsulas se descomponen en contacto enelementos químicos naturales por la acción de agentesbiológicos, como el sol, el agua, las bacterias, las plantas o losanimales en un período que va de 4 a 6 semanas, y están hechas deun material tan natural que puede comerse, si la persona loprefiere, en lugar de poner sus residuos en la basura, tras bebersu contenido.

La producción de Ooho también requiere mucho menos CO2 yenergía en comparación con la una botella o envase de plásticoPET equivalente, según SRL.

Pierre Paslier describe este producto al diario británico‘The Guardian’ como un “fruto hecho por el hombre”, queutiliza una doble membrana para contener agua y explica que, aunqueno es necesario hacerlo, “el hecho de que sea comestible,demuestra lo natural e inofensivo que es este material”.

Para fabricar estos recipientes biológicos, los investigadoresdieron a una bola congelada de agua una capa gelatinosa alsumergirla en una solución de cloruro de calcio, luego empaparonla bola de hielo en una solución de extracto de algas pardas,encapsulándola en una segunda membrana y reforzando su estructura.Probaron miles de prototipos hasta perfeccionar la técnica, segúnel periódico inglés ‘The Independent’.

Foto del Equipo: de izq. a der.: ingeniero Manuel López Romero;experta en finanzas Lise Honsinger; ingeniero Pierre-Yves Paslier;ingeniero Rodrigo García González; ingeniero Eugenio Pérez deLema Bühl.Foto: Skipping Rocks Lab, UK Una persona degusta elcontenido del recipiente elaborado con elementos naturales. Foto:Skipping Rocks Lab, UK


IGUAL QUE LA FRUTA


Paslier señala que las primeras versiones de este envasenatural vienen en tres tamaños, de 20, 55 y 150 mililitros,contienen agua con distintos sabores, como menta fresca, flor desaúco, grosella negra, naranja y jengibre, y se comercializarán amenor escala en tiendas, festivales y eventos este mismoverano.

Añade que están en contacto con varias marcas para encapsularsus bebidas y desarrollando una máquina comercial para producir“sachets” (bolsitas) de aguas saborizadas en grandescantidades, más grandes y con diferentes formas, y esperanmultiplicar su presencia en el mercado en 2018.

La producción de una botella PET de 1 litro consume hasta 7litros de agua y 200 gramos de petróleo crudo, generando 30 gramosde residuos que tardarán 700 años en descomponerse y, con elpeligro añadido de que, a menudo, terminan en el medio marino eincluso entran en nuestra cadena alimentaria a través del consumode pescado, según SRL.

Asimismo, más del 30 por ciento de estas botellas son de 500mililitros o menos, lo que genera una cantidad considerable deresiduos, según Paslier.

“En Ooho se descomponen en el entorno en el mismo tiempo quetarda en hacerlo una pieza de fruta. Además, como es comestible,puede dársele sabor y color, tiene una vida útil de varios díasy requiere para ser fabricada 5 veces menos CO2 y 9 veces menosenergía que una botella de PET convencional, además de ser másbarata que el plástico”, enfatizan sus desarrolladores.

“Nuestro objetivo es proporcionar la comodidad de las botellasde plástico limitando el impacto ambiental”, según Paslier,quien concluye que estos envases esféricos flexibles tambiénpuede llenarse con otros líquidos, como bebidas sin alcohol,licores y cosméticos.

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