Las azoteas verdes son conocidas como techo verde o cubierta ajardinada, siendo la mejor opción para disminuir el impacto ambiental que deja una casa habitación o comercial en una ciudad, y sobre todo si se ubica en zonas urbanas de mucho tránsito vehicular y las llamadas islas de calor.
Entre los beneficios se encuentran la reducción de temperatura del inmueble donde se instala, ya que abate el efecto de los calores extremos, además de apoyar favorablemente al bolsillo familiar, incluso es idóneo para cosechar hortalizas y verduras, mientras que aumenta la plusvalía de la propiedad.
El expresidente del colegio de arquitectos del sur de Tamaulipas, Marco Arturo Varela Tovar, mencionó las azoteas verdes “realmente si son factibles para la zona así como una buena estrategia por diseño y adecuación tanto en espacios abiertos o semiabiertos”.
Además “se han venido incorporando espacios con vegetación con determinadas especies que así lo permiten y que en las áreas urbanas de un tiempo acá han sido buscadas por ciudadanos para contar con este tipo de ambientes en viviendas en su mayoría del tipo condominio”.
El también catedrático de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, agregó que es de suma importancia aprovechar las azoteas, paredes y muros para sembrar plantas adecuadas a cada región.
Comentó que estás deben ser resistentes a la sequía y a la excesiva exposición solar, lo cual permite crear un beneficio ambiental en varios aspectos, así como ser útiles para combatir las islas de calor.
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Las azoteas verdes brindan muchos beneficios, ya que también sirven para que las plantas atrapen y metabolizan las partículas contaminantes suspendidas en el aire, como el plomo, cadmio y zinc, entre otras, antes de llegar a la atmósfera.
Otras de las ventajas es permitir al propietario el reducir los niveles de estrés causado por en el entorno urbanizado, ya que los dueños se mantienen ocupados cuando llevan a cabo el mantenimiento de las cubiertas ajardinadas.
Atrapa el CO2
Por su parte el docente e investigador de la FADU, Jose Ignacio Anchondo Pérez, platicó que en cada metro cuadrado de una azotea verde se puede atrapar un kilo de Carbono (CO2) y genera el oxígeno requerido por una persona en un año.
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Además de qué durante las lluvias el agua corre en una ciudad donde casi no hay suelo, pero con estos sistemas el ciclo hidrológico se regular y la azotea retiene líquidos provenientes de las precipitaciones que no van al desagüe.
Tipos y costos
Hay dos tipos de azoteas verdes las intensivas y las extensivas. Siendo las más comunes las primeras al ser más pequeñas, en donde se permite sembrar vegetación que no dañe la estructura del inmueble, en un espacio que albergue de 90 a 100 kilos de tierra por metro cuadrado.
Mientras que los jardines extensivos pueden tener cualquier tipo de planta ya que soportan el triple de peso, las cuales requieren de superficies que resguarde de 300 a 400 kilos por metro cuadrado, y en algunos grados hasta pueden tener árboles.
Ambos especialistas coinciden que una azotea verde requiere, un proyecto arquitectónico para determinar como se construirá, en donde se analizaron los posibles obstáculos en el techo, como son los tinacos, domos, etcétera, además se debe utilizar impermeabilizante especial, sin olvidar el sistema de drenaje.
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En el tema del tiempo y costo desde el proyecto hasta su conclusión dependerá siempre de la cantidad de metros en la vivienda que se requiere transformar, y la vegetación. “Pero siempre tomando en cuenta los factores de cultivar tus plantas en maceta o recientes reciclados así como en el propio suelo”.