Gozando de buena salud y una actitud positiva ante la vida, María Eugenia Díaz celebró el miércoles 15 de noviembre su cumpleaños 100 en compañía de sus hijos, nietos y bisnietos. Para festejarla, su familia le preparó una colorida fiesta y un sabroso pozole.
“Ella es un ejemplo, una mujer que se distingue por su cualidades humanas, y es de admirar su apreciable presencia”, dijo su Cuauhtémoc Villalobos, nieto de Doña Mary, a EL SOL DE TAMPICO.
Vivió su niñez entre las calles Estrella y Águila
Doña Mary, o Geñita, como también es conocida entre sus amigos, nació en Tampico, en 1923. Es hija de doña Felipa Díaz y don Abraham Puente, quienes se avecindaron en el popular Barrio de la Unión. De pequeña vivió su niñez jugando en las calles Estrella, Amargura, Carpintero y Águila.
“Desde muy pequeña afrontó adversidades, le tocó ayudar a su mamá laborando con ella como trabajadora doméstica en diversos hogares de familias reconocidas de la época”, indicó Villalobos.
Su nieto relató que no obstante las adversidades económicas, nunca faltó el amor en casa, y eso se reflejó en el carácter amistoso de Doña Mary, con el que desde muy joven le facilitó ganarse el cariño de la gente.
“En todos los barrios en donde llegó a vivir dejó plantadas semillas de amistad, que bien supo cultivar por ese don de gente que a ella le caracteriza”.
Más tarde conoció a don Conrado Villalobos López, mesero de oficio, con quien se casó y tuvieron cuatro hijos: Conrado, Librada -Yaya-, Armando y Roberto.
“Mi abuelita es un ejemplo de tenacidad”
“Todos profesionistas distinguidos en su ramo. Gracias a la vida, hoy puede ver en su decadencia a 10 nietos y 17 bisnietos, los cuales viven en distintas partes dentro y fuera del país”, dijo Cuauhtémoc.
Para él, su abuelita representa un ejemplo de tenacidad. Quedó viuda desde octubre de 1977, a sus 54 años, pero siempre ha encontrado satisfacción en apoyar a las personas más necesitadas, y ayudando a amistades y familiares.
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“Ella es un ejemplo, una mujer que se distingue por sus cualidades humanas. Y aunque hoy ha mermado su motricidad por su vejez, sigue irradiando felicidad y ternura”.
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Añadió que tanto él como el resto de la familia desea que siga adelante, un ejemplo de vida y superación para la sociedad Doña Mary, que con fiesta y pozole celebró sus cumpleaños 100 en Tampico.