Apenas suena el despertador, a las 5:00 horas y Alex sabe que tiene que levantarse, ir al gimnasio un rato y regresar rápido a su casa ubicada al poniente de Tampico, alimentar a sus bebés y salir a trabajar.
Dicho de esa manera pareciera una vida ordinaria de cualquier padre de familia comprometido con sus hijas, más la historia que a continuación les contaremos es la de un papá transgénero de esta zona sur de Tamaulipas.
Justo esas han sido sus dos más grandes decisiones, aceptarse y definirse como un hombre transgénero y posteriormente, ya con una apariencia completamente de varón, optar por embarazarse y tener hijos, “fui bendecido con dos hermosas gemelitas que han venido a cambiar, otra vez, mi vida”.
UN PROCESO COMPLEJO
Tiene 35 años de edad, vive en la colonia Tancol en el municipio de Tampico, tiene barba, músculos y voz grave, lo que logró con una marcada disciplina y procesos hormonales que le permitieron dejar de identificarse como Carmen y sentirse pleno siendo Alex.
Desde niño sintió que era un hombre en un cuerpo de mujer, “pareciera cliché pero así es, es frustrante verte como quién en apariencia no eres, tener un cuerpo diferente a lo que realmente tu cerebro y tu corazón te dice”.
En la adolescencia se aceptó lesbiana, pero posteriormente al vivir en Querétaro, ya a los 23 años de edad, supo que comenzaría el proceso para convertirse en el varón que realmente siempre había sentido ser.
“No solo era decir, quería serlo, comencé la fase de ejercicios, medicamentos e incluso cirugías que iban a transformarme en quien soy hoy”, refirió el trabajador de una oficina del gobierno federal en la zona, quien justamente por la falta de apertura de una gran parte de la sociedad al tema decidió mantener su identidad reservada.
Inició la transformación con la ingesta de hormonas como testosterona, con ello apareció vello facial y los músculos se fortalecieron, decidió el nombre que tendría hasta llegar al proceso de mastectomía, para retirar las glándulas mamarías y quedar en pectorales.
“En mi juventud no había información sobre ser transgénero, contacté gente de España y me asesoré con un endocrinólogo, fui ganando volumen -muscular- en la parte superior. Ya comenzaba a ser lo que verdaderamente yo sentía que era: un hombre”, dijo.
Llegó al grado que en reuniones pasaba completamente como varón “pero no fue sencillo, han tenido que pasar siete años y seis operaciones”.
COMO HOMBRE TRANS, DECIDE TENER HIJOS
Hace unos cuatro años decidió que siendo ya un hombre trans quería tener hijos, por lo que ahora inició el proceso para lograr embarazarse. Suspendió las hormonas y dio paso al proceso de fertilidad e inseminación.
“Quise ocupar el beneficio que tengo por naturaleza de embarazarme y ser papá”, dijo en entrevista con EL SOL DE TAMPICO, quien reconoció que “hay muchos que deciden no hacerlo, pero en mi caso dije sí, sí quiero ser papá trans”.
Él quería que sus hijos llevaran sus genes, por lo que había dos formas de lograrlo, por el proceso in vitro fecundando sus óvulos y depositarlos en el vientre de novia, lo que costaba cerca de 200 mil pesos; o la inseminación asistida a él, con un costo no mayor a 100 mil pesos.
“Si tuviera la lana lo hubiera hecho por in vitro, pero no la tengo y decidí fuera por inseminación y nueve meses después fui la persona más feliz que el mundo puede imaginar”, dijo el papá trans tampiqueño.
¿ES CÓMO UN CABALLITO DE MAR?
Hoy vive con su novia y sus dos hijas, a quienes aseguró cuando crezcan les explicará la manera en que fueron concebidas.
“Mis sobrinas me conocieron como Alex, no como Carmen, no conocen el proceso, pero cuando les dijeron que su tío iba a tener bebés lo tomaron de una manera natural, me preguntaron si era como un caballito de mar”, dijo.
La analogía deriva de que el caballito de mar es un animal acuáticos de las pocas especies que el macho es el que incuba los huevos que serán sus crías.
Bajo este parámetro consideró que “mis hijas lo asimilarán de buena manera, claro en el momento que su madurez lo permita y con apoyo de profesionales. El problema de la aceptación de estos temas es cuestión como vayamos formando a las personas al respecto” dijo.
El también psicólogo indicó que como él hay varios hombres transgénero en la zona que pasan totalmente desapercibidos, “ya se operaron o están en proceso, pero el caso es que creo es más fácil que nosotros pasemos más inadvertidos que las mujeres trans, ellas viven un proceso quizá más difícil”.
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Hoy Alex festeja el Día del Padre, acompañado de su pareja y sus hijas, feliz por ser quien verdaderamente quiso ser y consiente de la gran responsabilidad que representa ser un papá trans en una sociedad que no termina por comprenderlo.