Nombres como Helena de Esparta y Cleopatra, personajes femeninos cuya belleza ha cobrado fama a través de los siglos, se repiten en el imaginario de la sociedad como el ideal de perfección. ¿De dónde surge el deseo de las personas de ser hermosas? La búsqueda inalcanzable por cumplir cánones de belleza repercute de manera negativa en la salud física y mental.
¿Qué significa ser una persona hermosa?
La palabra “hermosa” es definida por la Real Academia de la Lengua Española (RAE) como persona u objeto “grandioso, excelente y perfecto en su línea”. Por su parte, la belleza significa “que, por la perfección de sus formas, complace a la vista o al oído y, por extensión, al espíritu”.
Aunque existen múltiples maneras de ser una persona “hermosa” y “bella”, por ejemplo, ser alguien inteligente, interesante, culta, amable, empática, comprensiva, leal y, sobre todo, humilde. Los cánones de belleza occidentales, en su mayoría, se encaminan a cumplir con un determinado aspecto físico.
En el mundo actual se considera “hermosa” a quien tiene una figura atlética o esbelta, piel uniforme, cabello brillante y, en muchas ocasiones, determinado color de piel, ojos, situación socioeconómica, y profesión pueden intervenir en el ideal de belleza.
Tal ideal de perfección, convirtió al negocio de las cirugías estéticas y de los productos cosméticos en un campo millonario.
El auge de los productos cosméticos
El periódico español Heraldo publicó una nota llamada “El canon de belleza occidental, un riesgo para la salud de las mujeres”. Donde expone cuáles son los riesgos al organismo de utilizar cierta clase de productos cosméticos con el objetivo de lograr una apariencia determinada.
Diversas cremas para aclarar la piel contienen mercurio, elemento químico que impide la producción de melanina. Lo cual, en efecto, sí modifica la apariencia de la epidermis, pero también transforma la textura del órgano, disminuyendo su capacidad de actuar como barrera ante bacterias y hongos. El mercurio también se asocia con problemas renales.
Por su parte, los productos para el alaciado del cabello, usados en extremo, perjudican la estructura capital, provoca deshidratación y propicia la caída.
México: el tercer país líder en cirugías estéticas
Acorde al artículo “¿Hacia dónde transitan las cirugías estéticas?” de Julio Pilotzi para Forbes México, en el 2017, en el país, se realizaron cerca de 957 mil procedimientos estéticos. Situando a la República en el tercer lugar a nivel global como líder en este campo de la medicina.
Es importante aclarar que dicha cifra corresponde, en gran medida, al turismo médico de ciudades fronterizas, donde este mercado ha visto un rápido crecimiento en las últimas dos décadas.
Pilotzi indica que algunas de las cirugías más populares, documentadas por miembros del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, son la rinoplastia, la liposucción de alta definición, la penoplastia y la vaginoplastia. En el caso de estas dos últimas operaciones, el costo puede variar entre los 140 mil y 200 mil pesos.
Entonces, ¿de dónde surge el deseo de las personas de ser hermosas? Es el resultado de la búsqueda inalcanzable de la perfección, creyendo que la belleza únicamente se refiere a características físicas. E bueno recordar que diversos historiadores señalan que Cleopatra no era considera hermosa solo por su belleza, sino también por su inteligencia y astucia.