La construcción del Puerto de Altamira inicio en la década de los ochenta, dentro del Plan de Desarrollo Portuario Industrial (1980-1982) del entonces presidente de México, José López Portillo, apoyado por asesores con visión al comercio mundial, era necesario construir dársenas acordes al crecimiento de las grandes economías del mundo.
Bajo esa visión Moctezuma Cid asesoró al mandatario para poner en marcha el plan en que se aprovecharían las costas del territorio nacional tanto del Océano Pacifico y Golfo de México que comunican vía marítima a Asia y las entonces naciente economías globales de Japón y China así como por Europa, Medio Oriente, África y la Unión Americana.
Dicho plan consistía en la construcción de cuatro puertos, dos por costas del Pacífico como fue Lázaro Cárdenas, en Michoacan, y Salinas Cruz, en Oaxaca; y en el Golfo de México, en la laguna del Ostión de Coatzacoalcos, Veracruz, y otro más que debería estar ubicado entre el norte de esa entidad y el sur de Tamaulipas, para dar servicio a Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí y el sur de Estados Unidos.
En 1981, el Ingeniero civil egresado de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), Alfredo Trejos de la Peña, al concluir la maestría en Administración de la Construcción en la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México, un amigo lo recomendó con el director de Puertos y Marina Mercante del Gobierno Federal para que trabajara en dicha dependencia.
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“Me había ganado una beca por parte de la ONU para la Maestría en Administración de la Construcción, ahí me relacione con muchos maestros y uno de ellos me invitó a que trabajará en Puertos y Marina Mercante que encabezaba Bustamante Alvarado”, explicó Trejos de la Peña.
En ese lapso el profesionista realizaría diversos trabajos administrativos, pero al contar con una Maestría especializada en la Construcción, fue invitado por Bustamante a participar en la elaboración del proyecto naciente del Plan de Desarrollo Portuario Industrial.
“Fuimos varios ingenieros, pilotos navales entre otros profesionales, muchos de aquí de nuestra zona los que participamos en este Plan de Desarrollo Portuario Industrial y se formaron grupos de trabajo para desarrollar los cuatro puertos que necesitaba el país para consolidar este importante proyecto que era urgente concretarlo, por el crecimiento del comercio mundial”, agregó el especialista.
De esa manera, México ponía los cimientos de su desarrollo portuario, para sacar y almacenar las grandes mercancías que los puertos pequeños de aquel entonces no tenían, pues solo eran para atracar embarcaciones pequeñas, como Tampico y Veracruz, que conectaban con el exterior vía marítima, pero faltaban más en el lado del Pacifico.
La disputa entre Veracruz y Tamaulipas
A principios de 1981, iniciaron con los estudios de cada uno de los cuatro puntos seleccionados en las costas mexicanas, para identificar los sitios idóneos para desarrollar estos complejos portuarios, correspondiendo a Trejos de la Peña ser parte de ese equipo de especialistas.
“La zona norte del Golfo de México comprendía una parte de Veracruz y el sur de Tamaulipas, en aquel tiempo la gente de Veracruz influía en el Gobierno Federal y propusó la barra de Tampachiche, que contaba con una desembocadura natural al Golfo de México y la laguna de Tamiahua, decían que solo había necesidad de construir las escolleras a la barra de Tampachiche, dragar y estaba el puerto de Industria”, recordó.
El planteamiento no se logró debido a que había que comprar terrenos a propietarios de grandes ranchos ganaderos y agrícola para la creación del gran puerto.
“Funcionarios de Tamaulipas propusieron que del estado tenía las condiciones idóneas, contaban con la zona de las Marismas localizadas en el municipio de Altamira, que eran terrenos federales, su cercanía con el norte y sur de los Estados Unidos fué ahí cuando nació el puerto Industrial de Altamira”.
Las condiciones del terreno ayudaron en la construcción
Alfredo Trejos, además de ser master en Administración de la Construcción, cuenta con especialidad en construcción que obtuvo en la División de Estudios Superiores de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Las condiciones del terreno en las Marismas ayudaron para iniciar la construcción del canal de navegación. Contamos con el apoyo de profesionales en la materia y conocedores del terreno. Ingenieros de Petróleos Mexicanos ayudarón para conocer la factibilidad del terreno, junto con el Fondo de Desarrollo Portuario y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que encabezaba Juan Velarde Bonin”, agregó el entrevistado.
En septiembre de 1981 quedó el proyecto aprobado por la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes, así como por la Coordinación Nacional de Puertos y Marina Mercante. Asignando el plano número 0094, en el que además de Alfredo Trejos aparecen expertos en ingeniería civil como César Lira Arredondo, José Vera Strogran, entre otros.
Una vez que fue aprobado “se iniciaron los trabajos de dragado con dos potentes dragas como fue la Zanei Maru y Dai Koku Mayu, las que empezaron a trabajar en la parte central de las 10 mil hectáreas que está conformado el puerto Industrial, específicamente en las coordenadas 31 a 32 y construyeron el canal de acceso”, agregó.
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El canal principal de navegación, tiene una longitud de tres kilómetros por 35 metros de ancho, los canales laterales son de seis kilómetros al norte y cinco al sur, cuenta con cuatro desahogadores para que los buques de carga de diferentes tamaños puedan dar vuelta con remolcadores.
En estas labores se usaron los mejores adelantos “como es el caso donde se encuentra la termina de Altamira Terminal Portuaria Integral pues fue empleada tecnología japonesa y es una de las primeras que empezó a operar en el puerto de Altamira”.
La visión considerada en ese entonces para cimentar el desarrollo portuario nacional fue, pare el experto, completamente acertada.
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“Este plan fue uno de los más acertados para el crecimiento del país en cuanto a comercio mundial, fuimos privilegiados con que se haya construido en Altamira, es el motor económico de nuestra zona sur de Tamaulipas, pero sobre todo viene un crecimiento enorme en el corto y mediano plazo”.
