¿Cómo se llega al Mictlán? Conoce el viaje de cuatro años que deben hacer los muertos

En la cosmovisión mexica el alma tardaba cuatro años en llegar al Mictlán, después de recorrer 9 diferentes estadías

Itzia Rangole / El Sol de Tampico

  · miércoles 30 de octubre de 2024

Mictlán, la morada de los muertos / Gobierno de México, vía Cuartoscuro

Estimados lectores (as) de EL SOL DE TAMPICO, permítanos un ejercicio de imaginación. Nos encontramos en el Mictlán, la morada de los muertos. Frente a nosotros se abre el río Apanohuacalhuia, después de cruzarlo, nos aguarda un viaje por 9 diferentes estadías antes de llegar al final del camino. Danos la mano, te vamos a conducir por el inframundo mexica.

El río Apanohuacalhuia se encuentra en el Itzcuintlán, llamado “el lugar donde habita el perro”. Si en vida fuimos amables con los animales, ahora un xoloitzcuintle, con un hilo de algodón al cuello, se acercará para ayudarnos a cruzar la corriente. Una vez que nos encontremos en el otro lado, dos imponentes montañas nos impedirán continuar.

Un viaje a 9 diferentes estadías antes de llegar al final del camino / Dassaev Téllez Adame, Cuartoscuro

El Día de Muertos en la zona huasteca es una festividad que reúne a la familia, con comida y bebida típica, así como danzas y toda una festividad en honor a las almas que, según la tradición nos visitan / Gustavo García

Tepeme Monamictlán, lugar en que se juntan las montañas

Las montañas se acercan y se alejan una de otra en una danza sin fin. Si deseamos seguir nuestro camino, tenemos que aprovechar el instante donde un espacio se abre entre ambas. Es cuestión de segundos, precisamos ser lo más ágiles posibles, de lo contrario, corremos el peligro de ser aplastados. Tenemos que correr, ¿estás preparado(a)?

Itztépetl, la montaña de obsidiana

Llegó el momento de desprendernos de nuestros cuerpos en el Itztépetl, la montaña de obsidiana. Caminaremos por un sendero revestido de navajas hechas de roca volcánica. A cada paso, nuestra piel se desgarra, hasta que de nosotros solo queda el espíritu.

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Síguenos a una vuelta por el inframundo mexica / Embajada de México en Estados Unidos y Mexican Culture Institute de Washington DC

Cehueloyan y Pancuetlacaloyan

Llegamos a la casa de Mictlampehétl, dios de la nieve. El Cehueloyan, el cuarto nivel antes del Mictlán, es un sitio helado. Solo vamos a estar aquí un momento, antes de que nuestra alma sea mecida por el viento en el Pancuetlacaloyan, el lugar donde se flota como bandera.

Temiminalóyan y Teyollo Cualoyan

Conforme avanzamos, la oscuridad impera. En Temiminalóyan, el sexto nivel antes de descender al Mictlán, seremos alcanzados por una lluvia de flechas de obsidianas. Al lograr escapar, llegamos al Teyollocualoyan, en ese lugar, un grupo de jaguares nos van a comer el corazón.

Temiminalóyan, el sexto nivel antes de descender al Mictlán / Embajada de México en Estados Unidos y Mexican Culture Institute de Washington DC

Apanohualoyan y Chicunamictlan

La travesía por Itzcuintlán, Tepeme Monamictlán, Itztépetl, Cehueloyan, Pancuetlacaloyan, Temiminalóyan y Teyollo Cualoyan nos ha llevado al Apanohualoyan, a la desembocadura del río Apanohuacalhuia. Ya sin órganos vitales, hemos de volver a cruzar el cuerpo de agua. El caudal es vertiginoso, pero nosotros no vamos a soltar tu mano.

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Ahora estamos en el Chicunamictlan, lugar donde hay 9 aguas. A nuestro alrededor todo es neblina. En este momento, estamos exhaustos, desprovistos de cuerpo, nos preguntamos qué hemos hecho de nuestra vida y qué nos depara el futuro. Es ahí cuando comprendemos que llegamos al final de la travesía, frente a nosotros se encuentra el umbral del Mictlán.

Dentro de la morada de los muertos, aguardan Mictlantecuhtli y Mictlancíhuatl, dios y diosa de ese reino, ¿deseas que entremos o prefieres que demos la media vuelta?

La travesía por Itzcuintlán / Embajada de México en Estados Unidos y Mexican Culture Institute de Washington DC

¿Por qué las almas van al Mictlán?

Para responder a la pregunta de por qué las almas que mueren de forma natural descansan en el Mictlán, tenemos que remontarnos al comienzo de la humanidad en la mitología mesoamericana.

La leyenda dice que Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, viajó al Mictlán a recolectar los huesos de los dioses fallecidos. A pesar de que Mictlantecuhtli quiso impedir tal acción, Quetzalcóatl logró hacerse con los restos y llevarlos hasta el Tamoanchan, la morada de los dioses. Ahí los trituró, los mezcló con su sangre en una vasija y dio origen a la humanidad.

Teyollo Cualoyan nos ha llevado al Apanohualoyan / Embajada de México en Estados Unidos y Mexican Culture Institute de Washington DC

Para diversas civilizaciones mesoamericanas, incluyendo la cosmovisión mexica, los humanos fuimos labrados con los huesos y la sangre de los dioses. Una unión de muerte y vida que un día regresará al Mictlán.

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La información proporcionada durante nuestro viaje por la imaginación fue extraída del folleto “El camino al Mictlán” de la Embajada de México en Estados Unidos y el Mexican Culture Institute de Washington DC. Estimado lector(a) de EL SOL DE TAMPICO, gracias por acompañarnos hasta la morada de los muertos en la cosmovisión mexica. Ya puedes soltarnos la mano, por favor.