Ante las acusaciones de presunto plagio del trabajo de titulación de la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, el tema nuevamente se encuentra en discusión. Si en este momento te encuentras desarrollando una investigación o tesis, debes saber que hay medios para no incurrir en esta práctica. La UNAM ofrece algunos consejos.
En su libro “Plagio y Ética” editado en 2018, la institución académica describe al plagio como la apropiación de la obra de otro. Y ya sea de forma deliberada o involuntaria, ambas acciones son consideradas fraudulentas al atentar contra el autor de una obra.
Algunas convenciones para hacer referencias de otras fuentes
La UNAM recomienda conocer las convenciones para incorporar fragmentos de una obra en nuestro trabajo, como lo son el resumir, parafrasear -reescribir con palabras propias-, y por supuesto, las citas. Todas estas formas de redacción ayudan a referenciar las fuentes externas.
El caso de las citas es el modelo de referencia por excelencia. Nos ayudan a apoyar las ideas expuestas, complementar nuestra información, sustentar nuestra investigación con ideas de autores que ya han trabajado con anterioridad el tema elegido y, señala la UNAM, son una muestra de honradez intelectual.
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En su texto, la institución nos dice que las citas pueden ser directas, indirectas, mediante locuciones latinas o listas de referencias. Pero ojo, las restricciones de Derecho de Autor limita el número de citas que se pueden emplear en una obra.
¿Por qué la gente plagia?
De acuerdo a la UNAM, entre los motivos para incurrir en plagio pueden ser varios. Entre los primeros está la ignorancia del aparato crítico, es decir, desconocer los medios para dar crédito a la obra de otro.
Otro de los motivos es el de la facilidad, si la persona conoce las convenciones de citación pero prefiere obviar estos pasos. “Al facilitarse el trabajo, el anunciador minimiza el daño que infringe a los autores, se trata de otro tipo de ignorancia, quizá peor que la primera, porque conlleva una actitud poco responsable”.
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Por último, una persona puede plagiar por impotencia; la persona puede verse frustrada por no expresar sus reflexiones de forma clara, o por no poder producir ideas.
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“El pavor que causa la página en blanco sólo se vence con paciencia y con el cultivo constante de la escritura”, dice la UNAM, en sus consejos para elaborar trabajos académicos sin incurrir en plagio.