Imagina la siguiente escena: tu pareja te invita a una comida familiar; al llegar te ofrece una bebida y nada más. Mientras el resto de los asistentes disfrutan de los platillos, a ti nadie te convida a la mesa. Parece difícil de creer, pero en redes sociales circulan muchas anécdotas de este tipo. ¿Por qué existen personas avaras, mezquinas o tacañas?
La Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra define los buenos modales como “calidad personal ligada a valores interiorizados”. Una norma social básica indica tratar con cortesía a los demás. Sin embargo, tal parece que hay personas que deciden obviar dicha regla.
Usuarias relatan sus peores citas
El Diccionario del Español de México usa el adjetivo “tacaño” para alguien que se resiste injustificadamente a gastar o compartir algo de su fortuna”. En la tierra de las tortillas y el chocolate, las personas de esta clase suelen recibir también el nombre de “codos” y “agarrados”.
La siguiente información fue recopilada (y editada con propósitos de calidad) de la publicación realizada por la usuaria María José en X, quien pidió a sus seguidores le compartieran: “¿Cuál ha sido su peor experiencia con un tacaño?”
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Gabriela M. comentó: “Un día salimos a comer por invitación de él, pero no ordenó nada, cuando llegó mi plato, le ofrecí, casi se lo acabó todo y me tocó pagar a mí”.
Mari G. recuerda la vez que la invitaron a salir, pero cuando llegaron al restaurante, al ver los precios del menú, él dijo que no iba a comer y mientras la llevaba de vuelta a su casa, le pidió dinero para la gasolina.
En tanto, Lupis R. hizo memoria de cuando un antiguo novio la llevó a una taquería, donde ella afirma ordenar únicamente dos tacos y una bebida. Sin embargo, a la hora de pagar, su pareja la miraba feo y le reclamó durante todo el trayecto el dinero que gastó en ella hasta hacerla llorar.
Otra historia es la de Aly B., quién llevaba apenas tres meses de relación cuando su novio la llevó a una carne asada familiar. Mientras ella se encontraba en el patio, vio cómo la mamá del muchacho le servía un plato a su hijo y él entraba a comer a la casa.
Contrario a otras anécdotas donde las implicadas se sintieron cohibidas con la situación, Aly decidió ir a comprar tres kilos de carne, llevarla hasta el asador y decirle al papá de su ahora exnovio “Tomé por sí no les alcanza”. En ese momento, la madre del joven le preguntó si quería comer con ellos, a lo que la mujer respondió con un tajante “No” y se retiró.
¿Existe un tacaño(a) en todas las familias?
En redes sociales indican que esta clase de comportamientos de avaricia no suceden únicamente en relaciones romántico afectivas, sino que también se dan en el entorno de la familia política y de las amistades:
Murillo P. comenta que cada vez que visita a su cuñada, la mujer prefiere no comer con tal de no convidarles a las visitas, Sin embargo, cuando son otros los que llevan la comida, al parecer, la cuñada pronto se sirve con “la cuchara grande”. Expresión que hace referencia a las generosas porciones que toma.
¿Por qué existen personas avaras, mezquinas o tacañas?
El periódico español “El Mundo” retoma, entre otros, la opinión de Jianxin Oua y Robert Greene, ambos psicólogos, para tratar de explicar que provoca una conducta mezquina, propensa a la mala educación:
- Sensación de falta de afecto durante la infancia
- Marcado apego por objetos materiales
- Hábito adquirido por el entorno familiar
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Para Greene ser tacaño(a) es una muestra de que la persona tiene dificultades para asumir y afrontar riesgos. Además, considera que es uno de los elementos menos atractivos de la personalidad.
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En redes sociales abundan historias tanto de mujeres como de hombres que se han visto en situaciones incómodas debido a que sus parejas, familiares o amigos mostraron un comportamiento tacaño. ¿Tú qué hubieras hecho en su lugar? Varias son las personas que aseguran: “Nadie merece un desplante así, por dignidad y amor propio uno se va de dónde lo traten así”.