Miras la pantalla de tu celular, pero el mensaje nunca llega. Pasan los minutos, las horas y los días y la notificación de una respuesta no aparece. Entonces, de manera irremediable, surge la pregunta “¿Por qué no me escribe?”. Su respuesta es muy simple: porque no le interesas. Suena radical, pero la mayoría de las veces es la verdad.
¿Por qué no responde los mensajes?
La escena se repite tantas veces en la cotidianidad que ya (casi) es de dominio público: dos personas comienzan a conocerse e interactuar por medio de las redes sociales. De repente, una de ellas rompe el contacto o comienza a contestar los mensajes de manera esporádica.
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Entonces, quien espera una respuesta, comienza a experimentar una sensación de incertidumbre. Se pregunta de manera repetitiva, “¿por qué no me escribe?”. Dependiendo de su nivel de autoestima, incluso existe la probabilidad de otro tipo de interrogantes: “¿Habré hecho algo mal?” o “¿Por qué le dejé de gustar?”
Las personas que no responden en tiempo y forma los mensajes, en ocasiones, alegan falta de tiempo, fuerte carga de estrés o cansancio por compromisos sociales o familiares. Tal excusa puede ser cierta, pero hay que recordar que, en 1976, mientras gobernaba Francia, el emperador Napoleón tenía tiempo de escribirle cartas a Josefina.
La falta de interés es la clave
En entrevista para el periódico digital “El español”, la psicóloga Silvia Llop, expresa la situación de manera tajante: “Si no te escribe o llama es porque no quiere: no le justifiques".
La especialista señala que la falta de interés y de cortesía es una señal de alerta en la relación: él o ella no va a cambiar con el tiempo. Si te ignora ahora, va a seguir con la misma conducta más adelante. En sus palabras: “él no te va a dar lo que quieres”.
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Justificar la falta de atención en una relación genera frustración. La parte afectada se siente confundida, no entiende por qué la otra persona no corresponde sus afectos.
Todo iba bien y de repente todo cambió
En ocasiones, las personas no quieren creer que su interés amoroso dejó de responder los mensajes por falta de interés, porque aducen que “todo iba bien, estábamos muy bien, yo le gustaba y él (o ella) me gustaba a mí, pero de repente todo cambio”.
Llop explica que este tipo de malos entendidos son normales en los prospectos de pareja. En su opinión, las mujeres suelen dejar de responder por falta de asertividad, no saben cómo decir: “no me gustas lo suficiente”.
Los hombres, para la psicóloga, recurren a ignorar a otra persona cuando no saben gestionar correctamente sus emociones, no sienten empatía por la situación, se han arrepentido de los avances amorosos que ya han hecho, o temen una reacción negativa por parte de las mujeres.
Entonces, ¿qué hago?
Silvia Llop propone la siguiente dinámica, si algo te molesta, háblalo con la otra persona involucrada en la relación. Sin embargo, si la situación no cambia o, de hecho, nunca recibes una respuesta, el consejo de la especialista es: “vete, no te quedes a vivir una situación que te hace daño”.
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Entonces, ¿por qué no me escribe? La respuesta es fácil, obvia y dolorosa: porque no le interesas. En este tipo de situación la sabiduría popular recomienda lo siguiente: “a otra cosa mariposa”. José José, por su parte, opina: “Ya lo pasado, pasado, no me interesa. Si antes sufrí y lloré, todo quedó en el ayer”.